Se trata de un apellido muy frecuente y repartido por toda España. Algunos estudiososo situan su origen en el adjetivo “canus” aplicado como apodo al hombre que tenía el pelo blanco (canoso). En se siglo XV, el término Cano fue un apodo para alguna persona senil o madura.

Ya en la época romana el nombre latino Canus era un patronímico masculino.

Las diferentes sagas del apellido Cano existente en España no proceden de un mismo solar y tronco. Según diferentes estudios el origen de este apellido hay que buscarlo en distintas casas solares de la Península diversas casas solares, sin relación entre algunas de ellas de vínculo ni de parentesco.

Las casas más antiguas con presencia del apellido Cano hay que localizarlas en Asturias, Cantabria y eñ País Vasco, existiendo referencias en Castilla a finales del siglo XV (en Burgos, León, Valladolid y Palencia).

En Albacete tuvo casas solares en Ayna, El Bonillo, Carcelén, Caudete, Lezuza, Peñas de San Pedro, Riopar y La Roda, documentadas en el siglo XVI.

Hasta 32 diferentes escudos heráldicos hay localizados pertenecientes al apellido Cano. A continuación, se exponen algunos de ellos, por su importancia al ser de los primeros identificados históricamente y por su proximidad con la comarca de Tomelloso.

1. Los de Asturias llevan en campo de plata, un león rampante de sable, con corona y cetro de lo mismo.

2. Los del País Vasco llevan escudo partido: 1º, en campo de gules, un castillo de oro, y bordura de plata, con ocho escudetes de azur, cargado cada uno de una banda de plata, y 2º, en campo de plata, tres fajas de azur: bordura componada de ocho piezas: cuatro de oro, con un lobo pasante, de sable, y cuatro de gules, con una estrella de oro.

3. La casa de Mora (Toledo) lleva en campo de oro, un árbol de sinople, sumado de un águila de sable, y dos corderos blancos atados con cintas de gules al tronco del árbol. Bordura de gules con ocho veneras de oro.

4. En el expediente del Caballero de la Orden de Calatrava Juan Cano Altares, en 1796, constan las siguientes armas: En el primer cuartel cinco corazones y en la parte superior y por debajo de estos dos calderos. En el segundo una banda con dos cabezas de dragantes y una media luna en la parte superior colocada diagonalmente, y en la inferior un castillo y una estrella.

5. Los asentados en Madrid, La Mancha y Jaén, usan escudo cuartelado: 1º, en campo de gules, tres barras de plata, y segundo, en campo de plata, un árbol de sinople, terrasado de sinople, acostado de dos osos de sable empinados al tronco; 2º, en campo de sinople, una ciudad de oro amurallada; 3º, cuartelado: primero y cuarto, en campo de azur, una estrella, de oro, y segundo y tercero, en campo de gules, una cabeza de rey al natural, y 4º, en campo de plata, dos fajas de gules.

En la comarca tomellosera empezamos a tener referencias de la presencia del apellido Cano a mediados del siglo XVI. Como muestra tenemos, en la vecina Socuéllamos, el matrimonio de Alonso Cano, hijo de Juan Cano, con María de Córdoba (el 19 de febrero de 1569). Unas décadas después, en el apartado de los bautizos nos encontramos con el de la niña Ana Cano Martínez, hija de Francisco y Ana. Fue bautizada en la socuellamina Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción el 6 de marzo de 1603.

A mediados del siglo XVIII nos encontramos como Escribano del Ayuntamiento de Tomelloso a Don Diego Antonio Cano, que fue el que dio fe de las respuestas que desde la localidad se dieron al Catastro del Marqués de la Ensenada.

En 1771 nos encontramos al tomellosero José Cano, casado con Antonia Montes, y ambos testigos en el expediente que el familiar del Santo Oficio Don José Cepeda contra Josefa Izquierdo, acusada de curanderismo.

A finales del siglo XIX tenemos la presencia del cosechero y corredor de vinos, aguardientes y cereales Felipe Cepeda Cano.