Romero está muy a gusto en un equipo en el que cumple su segunda temporada. “Yo soy el mayor y la verdad es que los compañeros me respetan mucho. Los chavales son muy majos y creo que están aprendiendo un montón en una categoría en la que ya se vive el fútbol-sala de verdad, con buenos pabellones, rivales fuertes, públicos que aprietan, técnicos que van a ver los partido…El salto de categoría ha sido importante”.

Romero es pieza importante en un equipo, por su goles, experiencia y saber estar sobre la pista. “La verdad es que estoy contento. Las cosas están saliendo bien y la lástima ha sido esta lesión que esperemos no se alargue mucho.  Fue por un mal apoyo el día del Cobisa y al principio no le di mucha importancia. Pero luego el  talón se inflamó y además con un derrame importante. Probé en los entrenamientos para ver cómo estaba y corriendo no me molestaba, pero al golpear el balón sí”.

Romero tiene claro que el objetivo es la permanencia, pero con un matiz. “No podemos ser conformistas. Cuando perdamos un partido nos tiene que doler un poco más la derrota y no decir que lo estamos haciendo bien porque vamos sextos. Es bueno hacer autocrítica, ver que errores se han tenido y corregirlos para mejorar. Todo esto sin volverse loco, pero hay que hacerlo”.

Sobre el grupo, Antonio Romero considera que es fuerte. “A mi juicio, Sacedón es un gran equipo. Nosotros les ganamos allí, pero fue un partido en el que nos sometieron a una presión tremenda, con muy buenos jugadores. También es fuerte el rival de esta semana, el Infantes, que se ha reforzado con los descartes del Valdepeñas. Pardilla estuvo con ellos el año pasado y nos ha contado el potencial que tienen. En cualquier caso, tenemos que seguir la buena línea que llevamos en casa y ganar delante de una afición que nos está apoyando mucho. Es un placer jugar cada quince días ante un público tan estupendo”.