Como ese triste pajarillo herido remontaste
corazón joven con visos aún de adolescente
tierno en el cuerpo, mas también en el corazón
derrochas ternura
Un buitre con aspiraciones de águila
se cruzó en tu camino
quería sobrevolar palmo a palmo tu mente,
palmo a palmo tu cuerpo.
Aparentaba ser halcón y se volvió carroñero;
quiso sacarte el corazón, pero no pudo;
quiso quitarte la inocencia
y te envolvió en un falso mundo de sueños.
No pudo, no pudo matar tu otro bello empeño
Intentaste remontar, proyectar poco a poco tus vuelos
aprendiste a vivir, a volar suavemente, 
a veces con algo de reparo,
pero siempre mirando de frente,
nunca con falsedad ni miedo.
Aprendiste a vivir, a ser libre
en la hermosa y gran dimensión de la palabra.
En tu camino se cruzó un nuevo compañero
compañero para tu viaje.
Aprendiste a compartir, a comprenderos 
y los dos estáis en un hermoso e inagotable vuelo.