La Voz de Tomelloso nació hace 365 días con una vocación de servicio a la sociedad comarcal en la que opera. El derecho a la información de los ciudadanos nos obliga a trabajar mucho, de la mejor manera posible y con la rapidez a que nos obliga la tecnología digital. Las noticias se sirven a un ritmo vertiginoso, algunas casi en tiempo real. Las informaciones tienen una vida efímera porque pronto surgirán otras que las harán viejas. Los ciudadanos están siempre conectados, manejan los soportes digitales a la perfección y demandan siempre esa inmediatez en la información. Y algo importante, los ciudadanos ya no son receptores pasivos de la información; ellos también participan.

Pero no conviene jugar la baza de la rapidez a cualquier precio. Internet ha sido una revolución social y especialmente para el oficio de informar, pero la esencia del trabajo del periodista sigue siendo la misma. El último mantenedor de la Fiesta de las Letras, Manuel Jabois, ya aportó algunas claves en el sentido de informar con rigurosidad, saber que detrás de cada noticia hay personas, contrastar siempre,  contar con fuentes fiables, en definitiva y dicho en un tono más coloquial, currarse la información, en unos tiempos en los que  ésta aparece a borbotones,  pero  con muchos sesgos y elementos subjetivos que el periodista que intente hacer bien su trabajo no debe presentar como verdades irrefutables.

Profesionalidad a la hora de buscar la información y profesionalidad a la hora de contarla. El lenguaje viene sufriendo muchos atropellos últimamente. Viene al caso decir lo que decía el profesor Martínez Albertos, “esta es una profesión para gente experta en el decir útil, justo y bello”.  Contar las cosas con claridad y sencillez, y aderezarlas con el talento de cada periodista esto es lo que nos viene a decir el gran profesor.

Así que permítanme que abogue por un periodismo con alma, que no abuse de los corta y pega, que sepa distinguir donde hay una noticia y donde no, que cuide el lenguaje, con redactores que vivan y se empapen de lo que sucede en un acto, que sepan sacar todo el jugo a alguien en una entrevista, que lo den todo para construir un buen reportaje, periodistas que se mojen en cuestiones determinantes, que encuentren ese punto de equilibrio entre las fuerzas, casi siempre  contrapuestas, que confluyen en una noticia, periodistas que sean conscientes siempre del importante papel social que desempeñan;  nada más y nada menos que el de informar.

Habrá que tener presente todo esto para seguir celebrando más cumpleaños.  De momento, es solo uno, pero nos pone muy contentos.