Estoy
que no me aclaro. Tengo la mente como las hojas de los árboles en otoño después
de una ventolera. Me saltan las
preguntas en la boca como una bolsa de palomitas en el microondas. Así que, después
de varias horas de reflexión interrumpida por distintos quehaceres, consigo dilucidar
mis pensamientos.
Me entero por las noticias de televisión (como dicen los
políticos) de que el Juzgado de instrucción nº 5 de la ciudad de Vigo está
averiguando las causas por las que un bebé ha muerto en el momento de nacer en
su casa, sin asistencia apropiada de sanitarios puesto que los padres habían decidido
que así fuera. Intentan los del juzgado investigar por “si existió alguna negligencia por parte de la madre o los padres del
bebé o si se pueden depurar responsabilidades por lo ocurrido…, (repiten
los medios de comunicación).
Pero al mismo tiempo la Ley
Orgánica de 2/2010 en España permite la interrupción voluntaria del embarazo, o
aborto inducido, dentro de las catorce semanas y aumenta hasta la semana 22 en casos de “graves riesgos para la vida o la salud de la
madre o riesgo de graves anomalías en el feto”.
Ante estos dos presupuestos me asaltan
las dudas. Los legisladores deben implantan leyes para el buen funcionamiento
de la sociedad ¿por qué se puede practicar el aborto en las catorce primeras
semanas y en dieciséis no? ¿Ha cambiado el feto de entidad personal? ¿Hay
alguna razón por la que en un tiempo sí y en otro no? ¿Antes no era persona y en
una semana se ha consolidado como tal? Seguro que sí hay razones y si no, se
inventan.
El tema disfruta de tantas caras como un poliedro, dirían
antes.
No termino de
comprender el asunto. Si el aspecto a estudiar es el ámbito exclusivamente
legal, las leyes hablan y mandan,
permiten o prohíben y es necesario cumplirlas.
Lo más espinoso es
el asunto ético. Una norma puede ser perfectamente legal pero no ética. Hay
unas leyes superiores y más importantes y otras inferiores que deben coadyuvar
a las anteriores, pero nunca entrar en contradicción.
A los pocos días llega a mis manos la revista Autogestión en
su núm. 126 que edita e imprime: “Grupo Solidario”, con sede en Madrid. Tiene
una visión muy clara de la justicia social en el mundo sin partidismos
políticos, ni silencios pagados. Sus colaboradores luchan por remover las conciencias,
poniendo muy a lo vivo circunstancias de pobreza e injusticias de todo el
mundo. Hablan de los empobrecidos, de las personas (mujeres y hombres, niños y mayores)
a los que la sociedad capitalista roba sus materias primas y sus
imprescindibles pertenencias para vivir.
En ella M. Gómez Domínguez
escribe un artículo impresionante: ¿Las
bombas de “alta precisión” no matan inocentes? Se refiere al afer en el que
el gobierno de España, en un momento dado, intenta dejar sin efecto la venta de
400 bombas a Arabia por si el ejército
saudí las utilizara en la guerra de Yemen.
Pero al mismo tiempo
los trabajadores de la empresa Navantia protestan porque se van a quedar sin
trabajo de la construcción de cinco corbetas en los astilleros de Cádiz. El
Gobierno cede y vende las bombas contratadas.
“El Ministro de
Exteriores (cito textualmente) queriendo justificar lo injustificable,
pasa al absurdo, llegando a afirmar que estas bombas son de alta precisión y
por tanto no matan a gente inocente ¿qué habrá querido decir? ¿Qué cada uno de
los que mueren en esta guerra cruel, son culpables y merecen la muerte? ¿Los
niños también?” (1)
De nuevo
contradicciones de dictu y de facto. Contradicciones entre un comportamiento
ético de respeto a la vida de las personas y el imperio de la economía y del
dinero.
Entre lo que es “políticamente correcto decir” y lo que hay
que transigir para mantenerse en el poder mediático y real. No importa decir sí
y lo contrario, no hay sonrojo en caer en contradicciones. El pueblo soberano
traga con lo que sus dirigentes tengan a bien hacer y decir, o quizás NO,
porque ese pueblo al que en multitud de ocasiones se toma como ignorante e
idiotizado por la elocuencia aparente de sus dirigentes, tiene una voz muy
clara, y sus decisiones son medidas al tiempo que animadas por los sentimientos
de hartazgo de tanta manipulación; su voz la grita en las urnas y en sus
opciones políticas.
Como siempre,
querido lector, tú, tus amigos y mucha gente más disfrutamos de capacidad de discernimiento
y decisión. Sabemos y queremos pensar. Nuestra lucha por una sociedad menor y más
justa la realizamos no desde los micrófonos y las televisiones, sino desde el
trabajo bien hecho, el compromiso diario y el diálogo continuo.
Nuestra lucha es “paso a paso, verso a verso”, sin demasiada apariencia, pero firme, segura y constante.
(1)Tomado de la revista Autogestión, nº 126, paginas
10-11 Artículo: ¿Las bombas de “alta precisión” no matan inocentes?
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Miércoles, 27 de Marzo del 2024
Viernes, 29 de Marzo del 2024
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