Espérame un poco, a ver si
resucita.
─ Espero un pito ─dijo
Plinio ofreciéndole un caldo.
─ Bueno. Todas tus esperas son
tabaqueras.
─ Nuestras esperas.
─ No estaría mal poderse fumar
un pito, el último cuarto de hora, en espera de la muerte.
─ Yo, desde luego, como tenga
aliento, me lo fumo.
─ Y yo… A ver si nos entierran
con la colilla en la boca.
“El hospital de los dormidos”
FRANCISCO GARCÍA PAVÓN
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Viernes, 19 de Abril del 2024
Viernes, 19 de Abril del 2024