Opinión

15M, colosal montaje

Manuel Sánchez Patón | Martes, 19 de Marzo del 2019
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Movido por la curiosidad, he rastreado "información" del movimiento estudiantil a favor del clima. No hay una sola mención a la producción nuclear, ni a los biocombustibles (que emiten igualmente gases de efecto invernadero y están relacionados con la deforestación de las selvas ecuatoriales). Llama la atención que una niña de tan sólo 15 años haya generado un fenómeno global, cuando el IPPC, instituciones científicas y organizaciones ecologistas llevan años clamando en el desierto.

Greta Thunberg (no Thinberg) es de nacionalidad sueca. Desde 2016, el país escandinavo desarrolla un fuerte impulso de la energía nuclear que contempla la construcción de diez reactores nucleares y el cierre de sus 4 plantas más antiguas. Suecia obtiene el 40% de su electricidad a partir de sus 9 plantas nucleares. 

Finlandia, Francia y Reino Unido experimentan esta misma tendencia. Incluso Bélgica (hasta hace nada a punto de sacar adelante, con importante consenso, una agenda de cierre de sus nucleares para 2025) está renovando permisos de explotación a centrales con contrastados problemas de seguridad.

Francia (potencia nuclear), Bélgica y Australia (cuyo primer ministro, Tony Abbot, no descarta la opción nuclear, hasta ahora inédita allí) son los países con mayor visibilidad de las movilizaciones climáticas.

Sigamos. ¿Por qué las demandas se focalizan exclusivamente en los políticos y no apelan al mundo de los negocios? En una economía tan internacionalizada (y añadiría que en democracias liberales con serios problemas de representatividad y legitimidad) los gobernantes son sujetos pasivos en la toma de decisiones, meros figurantes. Los llamamientos reproducen los mecanismos delegativos (dirigiéndose siempre a los "líderes"), en vez de reclamar la autogestión de los procesos que nos afectan.

El pasado 14 de marzo, El País (PRISA, cuyo ex presidente Juan Luis Cebrián es miembro del elitista e influyente Club Bilderberg) dedicaba gran parte de su portada, editorial ¡y cuatro páginas interiores! al sexto informe de la ONU Perspectivas del medio ambiente mundial, que no añade nada a lo que ya sabíamos, por cierto.

El planeta se halla al límite. El calentamiento global es una realidad. Hay que poner coto inmediato a la quema de combustibles fósiles, a un recorte de las emisiones y emprender, sin dilaciones ni excusas, un cambio radical del modelo de producción y consumo, hasta ahora basado en un sistema energético extractivista, contaminante, derrochador y antidemocrático. Eso es una cosa y otra muy distinta es encriptar salidas suicidas al son de los dictados de quienes nos condujeron a esta situación… con el “altruista” fin de expandir la acumulación de capital.

¿Nuclear? No, gracias.


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