Rocío Torres tuvo una relación muy especial con Francisco
García Pavón, tanto personal como profesional. Es la cuarta directora de la Biblioteca
Municipal de Tomelloso, el primero fue Pavón. Charlamos con la incombustible
Rocío Torres del escritor del que se cumplen cien años de su nacimiento, de la
persona y del personaje. Tuvo la suerte de conocer a Pavón en primera persona,
en esa cercanía que da la amistad. Con la vehemencia que la caracteriza, también
nos desvela el trato más profesional con Francisco García Pavón.
«Es un honor y una
responsabilidad muy grande ocupar el puesto de Francisco García Pavón en la
institución que el mismo fundó». Rocío Torres asegura que gracias al
escritor «tuvimos biblioteca en
Tomelloso. Él fue quien promovió su creación cuando vio la necesidad de que la
ciudad tuviese una fuente fundamental de cultura, de información y
conocimiento». La bibliotecaria recuerda que en el programa “Esta es mi
tierra” el escritor explica que fue profesor de Literatura en el colegio Santo Tomás
y que esa ocupación la compaginaba con ser el director de la Biblioteca
Municipal de Tomelloso.
«En aquella época,
los libros solo se prestaban el sábado por la tarde» nos explica Rocío
Torres. Y como el propio García Pavón contó en infinidad de ocasiones «con Eladio Cabañero y Félix Grande se
saltaba las normas y les dejaba sacar más de un libro». En la biblioteca
nació esa gran amistad y camaradería entre los tres literatos, «Pavón sorprendido de que dos jóvenes, uno
repartidor de leche y otro albañil, se interesasen por las grandes obras de la
literatura universal». Una amistad que continuó en Madrid donde Francisco
García Pavón ejerció una suerte de padrinazgo de esos dos escritores y que duró
hasta la muerte de los tres.
El contacto de Rocío Torres con Francisco García Pavón fue
familiar en un primer momento «su mujer
era prima de mi madre, eran como hermanas. Lo comencé a ver como un pariente
más que venía a casa o nosotros íbamos a la suya. Soy muy amiga de su hija
Sonia, hemos compartido juegos, vacaciones y aventuras. Con Pupi, Luis y Javier
también». Y, además, el padre de Rocío, Luis Torres y Pavón eran amigos antes
de emparentar. «Después vino el
conocimiento literario porque mi padre era un ávido lector y un admirador
profundo de la obra de García Pavón». Luis Torres era uno de los informantes
de Pavón en Tomelloso «tenía muy buena
memoria y le gustaba mucho escuchar, conocía muchas historias; Pavón se nutría
de sus propias vivencias y de lo que había sucedido en Tomelloso para novelarlo
y darle forma». Rocío recuerda como su padre disfrutaba leyendo las obras
de su amigo Paco, entre risas.
Pero, además, Luis Torres fue un personaje de las novelas de
García Pavón «Jacinto Espinosa, Luis
Torres y “Velasquete” aparecen en “Las hermanas coloradas”». Esas circunstancias
hicieron que, en cuanto pudo, nuestra interlocutora abordara la obra de García
Pavón «primero los cuentos, los Republicanos o los de Mamá y luego en su
literatura más policiaca».
Rocío Torres, ya trabajando en la Biblioteca Municipal fue
testigo de que «siempre venía aquí con
maletas y bolsas llenas de libros, dado que él recibía muchos. Los leía, daba
su opinión o les hacía la crítica correspondiente y después les daba una nueva
vida trayéndolos a la biblioteca. Tenemos muchos libros donados por él, incluso
una donación muy buena de los años que Pavón estuvo dirigiendo la Editorial
Taurus».
La directora de la Biblioteca Municipal coincide con todos los
que conocieron a García Pavón en que «era
más escuchador que hablador, era una persona muy observadora. Recuerdo que
hacía preguntas muy precisas y certeras que seguro que le valían para sus
escritos». Rocío Torres destaca la afabilidad de Pavón y que «siempre estaba “rebinando”». Describe
al escritor como «liberal hasta la
médula y una persona muy moderna, adelantado a su época, tanto como persona
como en su faceta literaria. Me admira su vanguardismo y modernidad en el más amplio
sentido de la palabra. En aquella época pacata y gris como fue la España de los
60 fue capaz de burlar a la censura gracias a su magnífica capacidad de
escribir». Rocío Torres asegura, sin
dudar, que en su obra está reflejada la historia de España de esa época, aderezado
«con ese toque de humor tan suyo».
Rocío Torres, durante nuestra conversación, reivindica la
importancia de Pavón como creador de la novela detectivesca o policiaca
española «que hasta entonces no existía,
solo estaba el modelo anglosajón que prevalecía desde el siglo XIX. Tuvo la
grandeza de inventar un detective, absolutamente cervantino, en un pueblo como
Tomelloso, en el que nunca pasa nada. Es una genialidad literaria de la que
luego se han aprovechado otros escritores que vinieron después».
Y la grandeza de sus cuentos, magistrales, y a los que «puso el humor que faltaba en la gris posguerra.
Siempre supo darle a todos sus escritos ese toque tan cervantino que le hace
ser un creador peculiar y diferente a los de su generación».
Regresamos al Pavón más personal al que «gustaba siempre volver a Tomelloso. Al ser catedrático, disfrutaba de
las vacaciones de los docentes. Las de verano, que eran las más largas, las
dedicaba a escribir. Siempre pasaba con su familia un mes en Benicasim y en
septiembre solía estar en Tomelloso. Le gustaba mucho el olor y el ambiente de
esa época tan importante para la ciudad. Paseaba mucho y siempre recalaba en el
Casino San Fernando, el mentidero de Tomelloso». Torres recuerda las noches
de verano en la glorieta del casino, la tertulia del San Fernando con Pavón, la
familia de la bibliotecaria y los amigos.
Dada su amistad, Rocío Torres le pidió consejos a García
Pavón sobre cuestiones relacionadas con la Biblioteca Municipal, debido a su
experiencia como persona docta y versada en la cultura. «Me insistió mucho en que era necesario invitar personalmente a los
asistentes a los actos que organice la biblioteca. También me aconsejó que a la
hora de celebrar cualquier acto, procurase —tanto yo como los intervinientes—
hacer patente el dicho de “lo bueno si breve, dos veces bueno”. También me
recomendó que quien hablase en un acto no se alargase, sobre todo “que mueva el
corazón a los asistentes al acto porque de otro forma ellos moverán el culo”».
A la Biblioteca Municipal se le puso el nombre de Francisco
García Pavón un año después de su fallecimiento. El escritor murió muy joven,
con 69 años y de manera prematura, señala Rocío Torres. «Vi desde muy pronto la necesidad de que la biblioteca llevase su
nombre. Con la aprobación de los socios, hicimos una propuesta pública y se
recogieron firmas que entregamos al Ayuntamiento para que lo aprobase (como así
fue) en Pleno. En una de las visitas que hacía a casa de mis padres le pude contar
el proyecto y note que a Paco le agradó mucho. Se le puso su nombre en el año
1990».
Le cuestionamos a Rocío Torres por lo que queda de García
Pavón en la Biblioteca Municipal «queda
mucho, sus adquisiciones cuando fue director, las donaciones que hizo y el
espíritu de amor por la lectura, los libros y la cultura que he procurado
mantener». Acabamos la charla recordando la época del rodaje de la serie
Plinio, vivida con regocijo por los niños de aquellos años y en la que Rocío
Torres hizo algún cameo.
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Jueves, 28 de Marzo del 2024
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