Benito, que compitió en la categoría de Veteranos 1 hasta 49 años, tardó once horas y 34 minutos en completar la exigente prueba. “Estoy muy contento porque solo el hecho de poder acabarla es ya un logro muy importante para mí. El tiempo que hice no es malo, aunque sé que tengo margen para haberlo hecho más rápido. Sin embargo, soy de los que pienso que en una prueba de estas características también hay que disfrutar lo que se pueda del deporte y no exprimirse al máximo”, explica.

Benito  invirtió un tiempo de 1:08:43 en la natación; 5 horas, 45 minutos y 4 segundos en la bicicleta y 4 horas, 27 minutos y 17 segundos en la maratón. La prueba de la natación se desarrolló en un lago y Benito asegura que “el tiempo fue mucho mejor del esperado”. Sobre el circuito de la bicicleta explica que “era un circuito precioso, había una primera parte que discurría al lado de la costa  y luego otra parte en el interior más complicada con numerosas curvas y cuestas, bastante dura. La carrera a pie discurrió en un circuito al que hubo que dar cuatro vueltas, con algunas zonas de pavés que lo hacían algo complicado”. 

La ciudad de Copenhague le gustó mucho, “de hecho estuve una semana allí  junto a mi mujer, y disfrutamos mucho de una ciudad bonita, muy bien preparada para acoger este tipo de pruebas”.

En un Ironman tienen gran importancia las transiciones que suelen ser más complejas que en los duatlones o triatlones que estamos acostumbrados a ver, se tarda mucho más tiempo. “La de la natación a la bici es dura, pero lo es todavía más la de la bici a la carrera a pie porque el cuerpo acumula ya más cansancio. Lo importante es que pude terminar  y sentir esa emoción de la llegada a meta donde pude lucir una bandera de Tomelloso”, explica.

La competición reunió a 3.500 participantes. José Ángel Benito ya ha completado los Iron Man de Zurich, Hamburgo y también estuvo en el de Niza donde se tuvo que retirar. El año próximo piensa a acudir a otro Iron Man, al que irá acompañado de su mujer Ramoni que también es una deportista nata. Antes tendrán que cuadrar las vacaciones, para que el matrimonio pueda disfrutar de su pasión por el deporte.

Benito destaca la importancia de la alimentación y esta vez no sintió esos nervios que en los momentos previos le pueden hacer vomitar. “Antes de nadar tome un gel y en bici cada cinco kilómetros iba tomando bebidas energéticas, agua o barritas energéticas. Así, tomando alimento con frecuencia el recorrido de la bici se fue haciendo más ameno. Durante la carrera a pie aproveché los puntos de avituallamiento donde había plátanos, agua o galletas saladas, entre otras cosas. Gasté más de diez mil calorías en la prueba”.