Provincia

Dignificando a la persona desde el empleo

La tomellosera Mari Carmen Ruiz es la coordinadora del programa de Empleo y Economía Social de Cáritas Diocesana

Juan Carlos Chinchilla / Lanza | Jueves, 17 de Octubre del 2019
{{Imagen.Descripcion}} María del Carmen Ruiz / Clara Manzano María del Carmen Ruiz / Clara Manzano

Cáritas es mucho más que labor asistencial y ayuda humanitaria. Ante el refrán de ‘dar la caña y no el pez’, la organización de la Iglesia Católica apuesta por el todo. Es bien sabido que da el pez, pero cada vez más se afana en dar la caña, en ayudar a los colectivos más vulnerables y desfavorecidos a incrementar su nivel de formación y capacidades para acceder al mercado laboral y mejorar por sí mismos y con su esfuerzo su vida personal y social.

Cuando se conversa sobre Cáritas enseguida viene a la mente su ímproba labor asistencial. Décadas y décadas ayudando a los más vulnerables. Sin embargo ese conocimiento sobre la entidad es bastante superficial entre un sector considerable de la sociedad. Porque Cáritas es mucho más. La labor asistencial y la ayuda humanitaria son su génesis, pero en su afán de ayuda ha ampliado al máximo de sus posibilidades con todos los recursos a su alcance.

Y así lo explica María del Carmen Ruiz, coordinadora del programa de Empleo y Economía Social de la organización humanitaria de la Iglesia Católica. “Muchas veces cuando hablamos con empresas te das cuenta de que Cáritas es una gran desconocida, conocen su función asistencial, pero no somos sólo eso, hemos apostado por la persona y en los últimos años hemos desarrollado muchos más servicios”.

“Se sorprenden cuando decimos que tenemos una bolsa de trabajo”, explica Ruiz, quien tiene claro la importancia de difundirla entre las empresas, porque el empleo es la clave de la inserción social y esencial para la dignificación de la persona.

Colectivos

Bajo esta consigna de la inserción social y la dignificación de la persona se sustenta un ingente trabajo de Cáritas para facilitar el acceso al empleo a los colectivos con mayores dificultades, a grandes rasgos: personas en exclusión y/o en riesgo de padecerla, personas con falta de habilidades sociales, laborales y/o profesionales, parados de larga duración y/o personas que se encuentran en una franja de edad donde es difícil acceder al mercado laboral, mujeres, inmigrantes y autóctonas en situación de desempleo, con baja cualificación y cargas familiares no compartidas, reclusos y ex reclusos que, o bien están en tercer grado o en libertad condicional, personas con discapacidad, jóvenes entre 16 y 25 años procedentes de instituciones de protección de menores e inmigrantes, asilados, refugiados que solo encuentran trabajo en el campo de la economía sumergida, sin cualificación o que no la tienen homologada.

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Taller en Tomelloso

El programa de Empleo de Cáritas trabaja en varias líneas: Itinerarios de inserción sociolaboral, intermediación laboral, ayudas al autoempleo y emprendimiento, formación y Economía Social. En este último apartado destaca la empresa de inserción impulsada en agosto de 2018 por Cáritas para la recogida de ropa y calzado a través de la instalación de contenedores en toda la provincia.

Ruiz recuerda que el programa de empleo está activo desde distintas Cáritas parroquiales e interparroquiales desde hace muchos años. Sin embargo en los últimos años han recibido un impulso gracias a la financiación del Fondo Social Europeo a través del POISES (Programa Operativo de Inclusión Social y Economía Social). Esta ayuda permitió potenciar la labor en las Interparroquiales de Ciudad Real y Tomelloso, en especial trabajando en itinerarios de inserción sociolaboral.

Acompañamiento

La mayoría de las personas que se acercan a Cáritas solicitando ayuda para encontrar empleo apenas tienen formación. A ellas les acompaña Cáritas en su día a día, inicia una fase de acompañamiento en la que se trabaja casi desde la base, desde las competencias básicas. “Marcamos un itinerario a seguir hasta que estén preparadas y puedan pasar a intermediación laboral y formar parte de la bolsa de trabajo”.

En este sentido Ruiz detalla que durante ese tiempo se trabaja competencias que pueden parecer obvias pero que en ocasiones el participante del programa no tiene adquiridas, como la puntualidad, el aseo, el autocontrol e incluso la confianza, “porque muchas vienen de situaciones de desempleo prolongadas”.

El reto es preparar a la persona para que la búsqueda de trabajo sea efectiva e incluirlo en la bolsa de trabajo cuando desde Cáritas se esté seguro de que cumplirá, porque se ha trabajado con ellas y ha estado involucrada durante todo el proceso de preparación.

Escucha empática

La labor de Cáritas es paralela a la que desarrollan los servicios públicos de empleo. De hecho Cáritas orienta a sus participantes hacia toda aquella formación que redunde en su beneficio mejorando su perfil profesional y su empleabilidad. Sin embargo para María del Carmen Ruiz hay algo que los distingue: “Vienen a nosotros y creo que clave está en la escucha, la escucha empática, ponerte en el lugar de las personas, y es que siempre digo que en una vida hay muchas vidas y es muy fácil verte metida en una situación complicada, porque una situación prolongada de desempleo, lleva a una familia de tener todo a perderlo”.

Tras los itinerarios de inserción sociolaboral y, paralela, la formación, se emprende la fase de intermediación laboral. “Es algo que veníamos haciendo mucho tiempo”, apunta Ruiz, que detalla que “siempre han llegado a Cáritas ofertas, atendiendo al nivel de cualificación bajo de la mayoría de los participantes de nuestros programas”.

Empleadas de hogar, hostelería y temporeros

Las principales ofertas de empleo que llegan a la organización proceden de tres sectores: empleadas de hogar, hostelería y temporeros. En este sentido, los talleres que organiza Cáritas tratan de formar en estos ámbitos, porque no es lo mismo trabajar cuidando de tu casa, que trabajar como empleada del hogar, aclara la coordinadora de Empleo de Cáritas.

Respecto a las ofertas, Ruiz aclara que siempre vigilan que cumplan con unas condiciones dignas, “porque por el hecho de estar necesitado no podemos caer en fomentar trabajos precarios, ni trabajar a cualquier precio”.

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Foto: Clara Manzano

El pasado julio Cáritas Diocesana de Ciudad Real ha dado un paso importante para consolidar la labor de intermediación de empleo que desarrolla en las últimas dos décadas: la autorización administrativa para que la organización pueda funcionar como agencia de colocación. “En principio esta autorización viene a dar legalidad a lo que ya hacíamos, da más seguridad a empleador y empleado”. Aunque como reconoce Ruiz, la actividad es la misma: “nos llega una oferta, la recogemos si cumple las condiciones adecuadas, la lanzamos o buscamos a los participantes que pueden cubrirla y ponemos en contacto a aspirante con empresa”. Luego además se realiza un seguimiento para garantizar que la empresa cumple las condiciones, del mismo modo que el trabajador cumple con su labor.

82 empleos

Haciendo balance de 2008, Cáritas en la provincia de Ciudad Real atendió a 564 personas dentro de su programa de Empleo: 248 españoles, 45 inmigrantes comunitarios y 271 extracomunitarios. En total se lograron 82 contratos de trabajo.

“Cada vez más gente confía en nuestros participantes”, agradece Ruiz, quien añade que hay que romper los prejuicios que existen, y agradeció a las cada vez más empresas que colaboran con ellos.

Autoempleo y economía social

Otros proyectos en materia de empleo que realiza Cáritas son las ayudas al autoempleo y emprendimiento. “Tratamos de atender por esta vía a personas con una idea viable que necesitan un préstamo para ponerla en marcha”. Mediante esta vía ya se ha puesto en marcha una peluquería y una tienda de 24 horas en Bolaños.

Otra iniciativa ambiciosa está enmarcada en el apartado de Economía Social y fue la creación de una empresa de inserción, en agosto de 2018, de reciclaje textil, con instalación contenedores ropa en toda la provincia. El reto es la inserción laboral mediante un proceso de uno a tres años en el que la formación mediante el trabajo facilite la incorporación al mercado laboral ordinario.

Para María del Carmen Ruiz, coordinadora del programa de Empleo y Economía Social de Cáritas en Ciudad Real, todo esfuerzo es poco y día tras día se afana, ella y su equipo, para facilitar que personas que no lo tienen fácil puedan tener una vida más sencilla y feliz.

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