Ismael Grande y Antonio Montaña han sido los encargados de explicar las características de una oficina que, de momento, atenderá a 35 empresas del sector agroalimentario. “Vivimos momentos de aceleración, en los que toca adaptarse permanentemente para que una empresa pueda tener consistencia”, ha señalado Grande. En su exposición del proyecto, ha incidido en la importancia “de explorar el futuro más cercano, ya no basta solo con crecer en facturación y esas cosas, hace falta innovar para poner el futuro en la agenda del presente. Lamentablmente, mucha veces el día a día  nos deja ver únicamente el árbol y no el bosque en su conjunto”.

Grande ha destacado la importancia de la agilidad y la rapidez. “Ya no se trata de ser el más grande, sino el más rápido y precisamente las pymes, pueden ser más ágiles que empresas mayores, algo que hay que aprovechar”. Entre los retos de las empresas del sector ha enumerado los de la transformación digital, la orientación al cliente, la gestión del talento y la importancia del liderazgo. “Innovar no es fácil, pero es lo que marca un diferencial competitivo. Queremos que nuestras empresas sean más rentables, innovadoras y competitivas”, ha señalado.

“Estar a la vanguardia”

Antonio Montaña ha explicado las líneas de actuación que comprenderá la Oficina, dirigida a empresas agroalimentarias y auxiliares. “El objetivo principal es que estén a la vanguardia, aportando futuro y proyección a Castilla-La Mancha. Lo haremos aportando conocimiento especializado y con un asesoramiento personalizado de los avances tecnológicos y de servicios”. 

Desde estas premisas, Montaña ha ido detallando los siguientes pasos del  proceso:  la identificación y análisis de los problemas y oportunidades de las empresas, la ejecución de proyectos de innovación  y con un control y seguimiento de los resultados.  “La oficina funcionará mediante convenios de colaboración con los Ayuntamientos de Castilla-La Mancha”, ha explicado.