Sin embargo, esta especie de héroe americano no pudo librarse de los que analizan la situación, en frío, sentados cómodamente en un sillón, con una cerveza  fría en la mano izquierda y el mando del vídeo en la derecha. 

No contaremos más del argumento, sin embargo, invitaremos al lector de estas líneas a que haga una reflexión sobre la cantidad de juicios de valor que hacemos  –nos metemos todos y sálvese el que pueda- sobre personas que toman frecuentemente decisiones difíciles  en situaciones de riesgo.

Al director,  al actor protagonista y al que hace de copiloto les ponemos un sobresaliente. El resto de actores nos han parecido más bien sosos, como si fuesen muy conscientes de su papel secundario en esta película. El desarrollo es algo lento,  y el final simplemente está bien.

Nota 8´5 sobre 10.