Muy estimados:
Antes de
nada, agradecerles el esfuerzo realizado para venir hasta aquí. Imagino que, en
su largo viaje hasta estas frías tierras del centro de España, habrán ustedes
presenciado multitud de lugares y situaciones; desde la capa de contaminación
que asola la India, hasta la larga, horrible y sangrienta guerra de Siria.
¿Quién sabe? Igual su caravana real se ha topado con alguna columna de
refugiados. Si es así, espero que parte de su carga haya ido a parar a esas
personas. La mayoría de aquellos niños no tienen árbol para que dejéis regalos
y la mayoría de los padres no podrán dejar un zapato con alimento para vuestros
camellos. Sin embargo, para todos ellos, también es Navidad.
Supongo que
al bordear la costa habréis podido ver también algún que otro barco cargado de
personas que huyen de un conflicto que no entienden. Tal vez, ya que sois
magos, podáis conseguir que se abran algunos puertos para que, aunque sientan
frío, ya no sientan miedo.
Vosotros, y
disculpad el tono familiar, que lleváis mucho tiempo recorriendo Europa —y
buena parte del mundo— ¿No habéis visto como los caminos, los mares...se van
ensuciando? Quizá podáis repartir algunas dosis de cordura para que, en lugar
de actuar, critican a los que alzan su voz, aunque sean niños.
¡Ah! Os
pilla un poco lejos, pero os dejaré provisiones para que os paséis también por
Australia, que necesitan toda la ayuda posible para luchar contra los incendios
que ahogan a humanos y animales.
Es fácil y
lógico pensar que, a lo largo de vuestras andaduras a través del tiempo, hayáis
perdido parte de vuestra fe en la humanidad (yo también la pierdo). Si es así,
depositad vuestra fe en el resto de seres vivos que comparten esta, todavía,
bella esfera azul: los que habitan en las selvas que destruimos impunemente por
la palma, los que moran en las profundidades abisales de los océanos y cuyo
único contacto con el hombre es el plástico que les dejamos para ensuciar su
casa, en los que han visto cómo sus cumbres heladas en el Himalaya se
transforman en vertederos...es por ellos por los que hay que esforzarse.
Con respecto
a mi país, dejad algo de sentido común para que ni los extremismos se alcen y
para que, entre otras muchas cosas rotas, mujeres y hombres avancen por una
senda de igualdad real donde ellas tengan el mismo derecho que nosotros a
caminar seguras por las calles.
Para mí, no pido nada. Tengo la fortuna de tener familia y amigos, de estar sano y de nunca faltarme un plato de comida. Para lo demás, tengo ganas y energías suficientes para luchar por mis metas y, sobretodo, el ánimo por legar un mundo mejor del que yo he conocido.
Con afecto:
Daniel Cuadrado Morales, un habitante más.
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Miércoles, 17 de Abril del 2024
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Viernes, 19 de Abril del 2024
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