¿Cuál
es la auténtica dimensión del humano? ¿La que consigue únicamente con sus
fuerzas y descubrimientos o aquella que le procura también una fuerza exterior
y que hace por así decir, potenciar y prolongar esas dimensiones innatas en él?
Desde
hace muchos años siempre tuve en el trasfondo de mi subconsciente vital la
superación de este viejo antónimo cual es de un lado el desarrollo humano, el
descubrimiento de su suficiencia, de sus capacidades, de la ruptura de esos
círculos cerrados presentes en la sociedad de antaño, de los valores
históricamente establecidos y hoy, la nueva apertura, la ósmosis social que nos
ha llevado a un concepto de globalidad; y de otro lado el más que aparente
ninguneo de lo que supone un salto más allá de lo tangible, de lo comprobable,
de lo cuantificable, de lo útil, de lo efectivo a corto plazo, en una palabra
de lo transcendente. La dualidad entre lo que podríamos llamar la potencialidades
iniciales y finales del ser humano.
Aquello
que denominamos potencialidad inicial del hombre es una característica que
siempre encontraremos en crecimiento a medida que los avances científicos así
lo procuren. La potencialidad final sin embargo siempre ha sido y será sustancialmente
la misma para todas las personas, aquello que presupone su mayor anhelo y que
no es otro que serlo para siempre.
Y
dentro de este anhelo, la característica más completa y genuina que define a la
persona es la relación, no como un concepto mental sino como experiencia que
genera vida de manera permanente. No importa la etapa de la historia que nos haya
tocado vivir, el germen de la trascendencia aparece con el primer hombre sobre
la tierra, un germen eso sí, acorde con la capacidad intelectual de cada momento
de la historia. El germen de la trascendencia con el que todo ser humano nace,
desarrollado después en mayor o en menor medida. La trascendencia como aquello
que nos invita a mirar más allá de nuestro horizonte temporal y nos empuja
existencialmente a querer superarlo.
Estamos
tratando pues de dos potencialidades igualmente necesarias; la capacidad innata
del hombre y su capacidad para encontrar a través del desarrollo científico,
técnico y humano la grandeza que alberga en su interior, una grandeza más allá
de sí mismo, aquí y ahora. Dos caminos estos que están llamados a encontrarse
algún día; aquel que arranca del interior natural del hombre y el camino que le
ofrece su capacidad de trascender. La hermosura del hombre inteligente, bueno y
capaz y la grandeza de su condición vital capaz de dar sentido transcendente a
su existencia, una identidad que abarcando su materialidad e individualidad, se
completa en una realidad que se eleva más allá de su persona.
Creo
que el hombre de hoy ha hecho un magnífico descubrimiento de sus
potencialidades iniciales a la luz de la lámpara interior del conocimiento que
ilumina la estancia. Y es que la sociedad ha sido capaz de romper las ataduras
de los círculos sociales y económicos hasta ahora sin relación ni posibilidad
de conexión alguna, una nueva apertura positiva y global en la que el hombre
parece haber encontrado la finalidad última, el techo de su razón de ser. Y en
esta nueva dimensión del ser humano consecuencia del bienestar creado por el
desarrollo industrial, económico y científico del que disfruta gran parte de la
sociedad, en esta nueva humanidad acomodada lo trascendente desgraciadamente parece
no tener cabida.
Descubrimientos
que han supuesto un mayor conocimiento de la realidad y de la dignidad del
hombre. Pero se trata ésta de una luz que aun siendo hermosa, ilumina la
estancia de manera insuficiente, de manera tenue, una luz que solamente deja
atisbar lo que existe en ella pero que nunca podrá proporcionar la claridad de
esa gran luz natural y rotunda que le llega desde el exterior; una luz generada
sin la necesidad de abrir las ventanas y que a la larga acabará consumiendo con
mayor rapidez el aire de la estancia.
{{comentario.contenido}}
"{{comentariohijo.contenido}}"
Miércoles, 17 de Abril del 2024
Miércoles, 17 de Abril del 2024
Jueves, 18 de Abril del 2024
Jueves, 18 de Abril del 2024
Jueves, 18 de Abril del 2024