En la página web de la bodega que hoy visitamos se puede leer: “Viña Ruda es un proyecto en el que hemos expresado nuestras vivencias relacionadas con el mundo del vino, en un ambiente lleno de energía que se materializa en unos vinos llenos de experiencia sensoriales. En nuestra bodega se funden el futuro y el pasado, para un presente sorprendente, que al igual que nuestros vinos, te atrapará para siempre”.

No se puede decir tanto en tan pocas líneas sobre la filosofía de una bodega innovadora donde no se olvidan las sabias enseñanzas de la tradición.  La Voz de Tomelloso ha hablado con su máximo responsable, Ramón González, hombre de ideas claras, que persigue con tenacidad sus objetivos aún en tiempos tan complicados como los que vivimos. Realizamos la entrevista en una sala de reuniones de la bodega, apenas hay empleados porque la mayoría de ellos teletrabajan. Periodista y entrevistado se protegen con mascarilla e inician la conversación.

-El confinamiento entra ya en su recta final ¿Cómo ha sido la vida en la bodega durante estos tres meses?

-Al ser una empresa de un sector considerado imprescindible hemos tenido que estar al pie del cañón. El trabajo se ha ido desarrollando con total normalidad, siempre con las precauciones que nos han ido marcando las autoridades . Lo único que ha podido afectar es a las ventas, y a nosotros no tanto, al no depender de Horeca.  Incluso hemos mejorado nuestro balance comercial porque el consumo privado ha estado a buen nivel. También nos ha afectado en un aspecto al que otorgamos mucha importancia,  el enoturismo, porque no hemos podido recibir visitas. 

-En el sector del vino hay preocupación ante la campaña que se avecina, ¿cómo lo analiza usted?

-Cada cual tiene sus circunstancias. Los grandes productores pueden haber tenido mayores problemas con este parón, aunque también hay bodegas riojanas que no son especialmente grandes, han anunciado  que no admitirán parte de la cosecha. En nuestro caso, con una producción propia, de menor cantidad, no tendremos problema alguno para seguir con nuestros ritmos. Otra cosa sería que la evolución de los mercados, de la demanda, no ayudara, pero en principio vamos a seguir igual.  

-¿Cómo están respondiendo los mercados a esos vinos tan innovadores que ustedes elaboran?

-Los mercados responden bien, aunque los vinos ya van dejando de ser innovadores porque llevamos ya ocho vendimias. En el mercado que trabajamos, el  asiático, principalmente en Corea y Japón, las cosas van bien. Ahora estamos empezando a comercializar producto en Estados Unidos y también en Alemania. Está costando pero poco a poco vamos avanzando.  En nuestros mercados qel consumidor demanda vinos afrutados, con no mucho peso de la madera y hay que adaptarse a esos gustos.

-Uno de los sellos distintivos de Viña Ruda es la elaboración de vinos mediante infusión, ¿en qué consiste exactamente esta técnica?

-Fue una pequeña revolución en el mundo enológico. Básicamente es un proceso innovador para la elaboración de tintos jóvenes donde se busca que se conserven los aromas primarios y secundarios. Con una base de uva tempranillo, se lleva a cabo una elaboración a temperatura muy baja, sin presencia de hollejos,  con lo que conseguimos que todos los aromas se queden en el vino. La incorporación del color se realiza a mitad de fermentación. Salen unos vinos muy  interesantes, muy estudiados y que están siendo reconocidos con diversos premios.

-¿Tienen en mente sacar al mercado alguna novedad a corto o medio plazo?

-Siempre se piensa en hacer cosas nuevas.  Por ejemplo ahora estamos ensayando con colores diferentes, algo que ya hicimos antes de ser bodega con un proyecto de un vino de color azul. Y ahora lo estamos retomando, pensando en ese mercado asiático de Japón que es nuestro principal nicho de ventas. En nuestra empresa, y es una primicia que te adelanto, va a entrar un fondo de inversión japonés para tener allí una especie de sucursal. Aún no ha cristalizado del todo, pero sí es cierto que las conversaciones están muy avanzadas.

-Lo lamentable es que el consumo en el mercado interno no despega, ¿qué se puede hacer para invertir esta tendencia?

-Se ha invertido dinero en promoción, pero lo cierto es que no hemos sabido dar con la tecla. Vamos perdiendo generaciones de bebedores a los que no logramos enganchar. Hubo una época en la que el consumo de vino se asociaba al glamour, a un concepto algo elitista que yo creo que hizo daño. Ahora se trata de acercar  a la gente a la cultura del vino, al enoturismo, organizar visitas a bodegas, eventos en torno a lfino. Pero desde nuestra experiencia,  vemos que viene gente más bien mayor y jóvenes muy pocos.  Los clientes buscan vinos un poco diferentes, con un cierto nivel, que no sea el vino del supermercado. Pero lo que decía al principio, no estamos sabiendo dar con la tecla para atraer nuevos consumidores.

-¿Qué balance realiza de los ocho años de trayectoria de Viña Ruda?

-El proyecto nació con mucha ilusión, con una vocación nacional, incluso local, pensando en que había consumidores para nuestras botellas, algo que luego no fue así. De este modo, tuvimos que buscar nuestros nichos de mercado, con mucho esfuerzo y haciendo las cosas bien, siempre con más ideas que dinero. Hemos conseguido algo de notoriedad con los premios y hemos invertido en promoción con presencia en distintos eventos y ferias.  Los mercados los hemos encontrado en Asia, algo lejos, pero que han sido fundamentales. La exportación y la innovación creo que han sido las constantes en la evolución de Viña Ruda, sin descuidar el tema de la imagen que nos está funcionando bastante bien. Y todo esto con las ayudas justas, porque cuesta acceder a ellas sobre todo a bodegas pequeñas como la nuestra.

-La competencia en el sector es muy grande ¿qué estrategia hay que adoptar para hacerse hueco en un mercado tan competitivo como el del vino?

-Es cierto, la competencia es brutal, pero hay que  definir los que son tus competidores reales. Nosotros hemos apostado por la honestidad, que es el camino más difícil, pero a la larga ha sido fundamental para nosotros. No hemos pegado pelotazos a la corta como han podido hacer otras empresas. Suele decirse que tu vino triunfará si quitas a otro del estante, lo que da una idea de cómo funciona esto. Nosotros no hemos entrado en esa guerra y hemos ido poco a poco con un buen trato al cliente, con una actitud honesta y un producto respetado.