Subiendo el puente del camino de Santa María se ve una preciosa imagen de las instalaciones de Riegos Catalán. Las naves de la empresa aparecen rodeadas de un mar de viñas. Industria y agricultura se dan la mano en esta bella estampa que refleja el esfuerzo de los hombres de la mancha por transformar un erial en una tierra verde y productiva. Ya en la empresa nos recibe, con su abierta y franca sonrisa José Ramón Catalán, el hijo del fundador Juan que  sigue al pie del cañón y que también está presente en la entrevista. Saludamos a Juan, el más pequeño de los hermanos, mientra que otro baluarte del proyecto es Pepe que se encuentra fuera. Esta empresa familiar ha prestado un magnífico servicio a los agricultores a lo largo de sus  25 años de existencia, contribuyendo a esa saludable revolución de uso racional del agua gracias al sistema de goteo.

A la tarde le queda todavía mucho recorrido cuando llegamos a la fábrica. Aprieta el sol, pero los operarios trabajan en la sombra agradecida de las naves fabricando esos kilómetros de gomas que luego se extenderán por los surcos de las explotaciones. Hay un camión listo para partir. Juan Catalán, el fundador y su hijo mayor, José Ramón nos invitan a tomar asiento en las oficinas en la que se agradece mucho el aire acondicionado. Los dos irán respondiendo a las preguntas de esta entrevista que se desarrolla en un ambiente distendido y amable.

-¿Cuándo inició su andadura Riegos Catalán?

-La actual empresa, como sociedad limitada, la fundamos en 1995, y por tanto hemos cumplido 25 años. Pero el recorrido del fundador es mucho más largo. Llegué con 17 años a Tomelloso. Lo mejor que pude hacer en mi vida fue venirme a Tomelloso, una ciudad muy luchadora y emprendedora, con muchos autónomos y gente que se asocia para emprender proyectos de cualquier tipo. Tomelloso no gasta pereza. Aquí encontramos muchas más oportunidades. Siendo formal y responsable, la gente te va tomando cariño y te ayuda en todo momento.

-Echando una mirada atrás, se sentirán orgullosos de su trayectoria, ¿no es así?

-Sí. Nosotros apostamos por la novedad del reciclaje cuando casi no había en España reciclaje. Eso no fue fácil, porque el reciclaje supone hacer muy bien los cálculos de las mermas, de los costes, del producto terminado, pero fuimos tercos y lo fuimos ajustando hasta fabricar un producto de calidad con unos costes muy competitivos, con una garantía de cuatro años, cuando la ley te obliga solo a uno.

- Y así se han ido ganando la confianza de los clientes, ¿no es así?

-Al día de hoy, sí. Superado ese primer momento en el que hubo algún error de cálculo, después los clientes, los agricultores y almacenistas han depositado su total confianza en nosotros. Nosotros agradecemos esa confianza, que es la palabra clave en las relaciones económicas y tambien en otros muchos aspectos de la vida.

-Han vivido en primera línea la brutal transformación que ha sufrido la agricultura en la zona en este último cuarto de siglo...

-Es cierto. Nacimos en un momento en el que había una situación muy delicada con el acuífero 23 que se declaró sobreexplotado y había que buscar sistemas de riego alternativos. La extensión del goteo empezó en la zona de Murcia y posteriormente llegó aquí. El goteo se fue implantando como principal sistema de riego y ahora es muy raro encontrarte una explotación que no tenga goteo. Un sistema muy eficaz que hace bueno el dicho de “ahorrar agua es regalar vida”. 

-Trabajan muy unidos al sector de la agricultura del que se suele decir que aguanta mejor las crisis que otros, ¿también ha ocurrido en esta crisis del Covid-19?

-El agricultor ha sabido evolucionar, se ha informado y formado bastante bien para ser más eficaz en su actividad. Asiste a todas las ferias que puede y procura estar siempre a la última. El agricultor antiguo tenía dos cosechas guardadas y el agricultor moderno va una cosecha por delante, pero aún así es de tinte conservador y la línea que lleva siempre es más constante y regular, más y más en los cultivos leñosos. Los herbáceos y la huerta tienen más dientes de sierra, son más irregulares. El agricultor  ha sabido ir adoptando estrategias para meterse en los mercados y su evolución ha sido muy buena.

-¿Cuántos trabajadores tienen contratados actualmente?

-En estos momentos contamos con doce trabajadores. Aquí hacemos dos actividades; el reciclaje por un lado, y la fabricación de las tuberías y el gotero, por otro.

-¿Cuál es el ámbito de mercado de Riegos Catalán?

-Nos movemos por toda la península. Estamos trabajando también en Baleares y ahora estamos empezando también a realizar algunos trabajos en las Islas Canarias.

-¿Cómo ha organizado la empresa su actividad durante  la crisis sanitaria?

-Hemos seguido trabajando. Nos ha obligado a ello nuestro epígrafe de CNAE, somos también gestor de residuos y fabricamos tubería, estas son las tres razones que nos han hecho seguir trabajando, Eso sí, con miedo y mucha prudencia ante una situación muy delicada. De este modo, no hemos perdido hilo, algo que ha sido bueno porque si antes las empresas estábamos ya algo tocadas, con lo del Covid-19 la situación se complicaba mucho más. Además del trabajo en sí, hemos llevado a cabo varias donaciones al hospital y otras entidades para aportar nuestro granito de arena a superar una situación muy difícil para todos.

- ¿Han logrado algo que persiguen todas las empresas, la fidelidad de los clientes?

-Tenemos tres generaciones de clientes y nos enorgullecemos de ello. Los abuelos de los actuales clientes ya lo fueron del fundador. Eso genera un clima de mucha confianza y también de presión porque no podemos fallarle a una gente que ha apostado por nosotros y le estamos muy agradecidos.

-¿Qué estrategia adoptan para hacer frente a la competencia que, inevitablemente, siempre está ahí?

-Es importante aminorar costes, pero sin aminorar garantías y calidades, contar con un buen equipo humano en el que, al igual que en un equipo de fútbol, cada uno tiene su misión para meter goles y poder ganar los partidos. Luego hay que hacer un análisis constante del mercado, empatizar con el agricultor y llevar siempre buen precio y buenas condiciones. 

- Ustedes son emprendedores por naturaleza ¿tienen pensado acometer algún nuevo proyecto?

- Estamos trabajando en un proyecto de energías renovables. La energía tiene un peso muy relevante en nuestros costes y en un par de semanas empezaremos a desarrollar un proyecto de energía fotovoltaica. Es algo que no es barato, pero a medio y largo plazo ayuda mucho a aminorar el coste energético. Es un proyecto muy interesante, de más de 1.000 kilovatios, que luego iremos ampliando porque lo necesita nuestra producción.