Hasta el 10 de enero, la obra de Pepe Carretero se va a
poder admirar en su ciudad natal. Como saben nuestros lectores, el pasado
martes 1 de diciembre se inauguraba la magnífica exposición del artista,
compartida entre dos emblemáticos espacios culturales de Tomelloso, el Museo
López Torres y la Posada de los Portales. La exposición, que Carretero ha
titulado “La realidad de los sueños”, despliega el color, luminosidad,
optimismo y buen hacer del artista.
En la Posada de los Portales, Carretero despliega una
frenética actividad. Está dando los últimos retoques a la exposición: coloca
cartelas, controla las luces, habla por teléfono u organiza con la encargada
del espacio, el periodista duda de si ha elegido el mejor momento para hablar
con el artista.
A los cinco minutos me está explicando la muestra, las
secciones en las que ha dividido la exposición, «mira, México, Filipinas, La
India, lo que veo desde mi ventana», que ya estuvo en El Rinconcito. Esta
parte de la exposición, la de la Posada —un lugar en el que Carretero nunca
había expuesto—, se nos antoja muy autobiográfica. Hay autorretratos del
artista, regresando en el tren, o en Key West, el cayo de Florida donde está la
casa en la que se suicidó Hemingway.
La familia de Carretero, especialmente su padre, están muy
presentes. Pinta a sus sobrinos como príncipes, o como emisarios de Caná y uno
de ellos como el Divino Pastor. Hay escenas, aparentemente cotidianas, que el
pintor sublima con su arte. Sorprende un gran cuadro de una comida familiar que
preside la primera planta de la Posada o el último retrato de su padre. En los
Portales hay también cuadros pequeños, tauromaquias, objetos, bodegones, paisajes…
Pepe Carretero —apunta de camino al Museo López Torres— es uno
de los pintores que cree que «nosotros no escogemos los temas, son ellos los
que nos eligen». El mundo onírico del artista está colgado en el López
Torres «sin darme cuenta, llevo mucho tiempo pintando sueños». En la
primera de las salas hay cuadros relacionados con el sueño, con el sueño físico,
con personajes dormidos que culmina «con el sueño eterno de mi padre».
Se trata de un tondo, lleno de ternura e inmensa piedad, en el que la madre del
pintor llora sobre su esposo recién fallecido.
En la sala principal de la pinacoteca se puede sentir el
mundo más onírico de Carretero, cercano al surrealismo en algunas ocasiones.
Hay circunstancias sorprendentes, apariciones, escenas inexplicables, cómicas
en algunas ocasiones como cuando el propio autor aparece desnudo entre los reyes
de España que inauguran algo en Tomelloso. Hay un bello cuadro en el que
aparece el poeta Dionisio Cañas combatiendo con una mitológica serpiente en su
bombo. También está en un cuadro Paco Brines, el reciente Premio Cervantes. Una
pelea, parece que a pedradas, con su padre. En otro cuadro «que me ha
costado una barbaridad, lo empecé en 2002 y lo he acabado hace poco» Pepe, Antonio
López y Mari Moreno intentan eludir a un perseguidor… «Hay sueños divertidos,
otros terribles, algunos muy dramáticos. Casi siempre los sueños son agobiantes».
Con perspectivas imposibles, colores vivos, un aterrador
optimismo, movimientos únicos o trazos concretos, Carretero transforma la
realidad a su antojo y, extrañamente, nos la ofrece fácil de entender,
comprensible y asumible. Pepe Carretero no exige tanto al público como otros
artistas y es por eso por lo que la pretenciosidad y la grandilocuencia no
están presentes en su obra. Después de admirar las más de 150 pinturas que Pepe
Carretero cuelga en Tomelloso, el periodista entiende un poco más a Stendhal. El
artista está muy contento con el resultado de la exposición «aunque todavía
no tengo la perspectiva del tiempo». La muestra deja clara la capacidad de
trabajo de Carretero y su seriedad con la labor que desarrolla, alejada de su aparente
imagen de frivolidad.
Carretero lleva toda su vida dedicado al arte «siempre me
he visto pintando, de pequeño ganaba los premios de dibujo infantil de la
feria. En el colegio donde sacaba las mejores notas era ahí y no en Matemáticas
donde era un desastre». Hablamos del tiempo que le ha costado conseguir su
lenguaje, ese estilo por el que es reconocido a primera vista «he tenido un
camino muy largo y muchas épocas. Al principio era mas surrealista y ahora soy
más figurativo. No lo sé. No estudié Bellas Artes, mi camino ha sido de alguna forma
completamente autodidacta».
La mañana vertiginosa da paso, por fin, a la tranquilidad de
un café. Artista y periodista charlan sobre el arte en Tomelloso, de pintores
conocidos y de la evolución de la pintura.
Para muchos, Pepe Carretero es un pintor de La Movida «viví
aquella época y conocí a todo el mundo. Pero yo no tenía dinero para entrar a
las discotecas y salas. Siempre digo que viví La Movida desde la acera de
enfrente». Pepe Carretero no se considera un pintor de ese movimiento,
aclara, «salvo una exposición en Gijón, a la que me llevó mi galerista, y en
la que estaban todos, no he participado en nada más, ni he tenido relación con
ellos».
A nadie le es ajena la relación de Pepe Carretero con
Antonio López «la gente piensa que Antonio me ha ayudado muchísimo a nivel
profesional y, salvo a la galería Gamarra y Garrigues, que les habló bien de
mí, nunca me ha presentado a nadie más. Hay mucha gente que me vincula con él,
pero no puedo, lógicamente, renegar de una relación de 35 años». Artísticamente, Antonio López «ha influido
muchísimo» en Pepe Carretero. Y, sobre todo, Carretero apela al efecto
Pigmalión «cuando alguien cree en ti y te apoya, te vienes arriba. Pero también
tengo que decir que Antonio me ha tirado por tierra algunos cuadros y que
tampoco tiene una opinión decisiva, la va cambiando».
Es muy difícil, y más en estos tiempos, vivir del arte «nadie
se lo puede imaginar. Hay un estudio que dice que, antes de la pandemia, solo
el 11 por ciento de los artistas vivía de su profesión. Como digo, eso fue
antes de la pandemia, ahora estamos crucificados. Encima, hasta el 31 de
diciembre no se lo que gano, cuando divido mis ingresos entre doce. Si hubiese
tenido una familia, me habría tenido que dedicar a otra cosa».
Pepe Carretero ve «muerto» el panorama artístico «para
nosotros no hay ayudas. Jose Guirao, el anterior ministro de Cultura, decía en
una entrevista que al arte lo salva la vocación de los artistas».
Carretero, que como saben nuestros lectores, también es poeta, acabó la entrevista adelantándonos la próxima publicación de un poemario que va a ser «sobre todo divertido».
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Jueves, 25 de Abril del 2024
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