Tomelloso

Pepe Viyuela: «El humor nos defiende de la adversidad»

La Voz habla con el artista que llega el domingo 7 de marzo al Teatro “Marcelo Grande” con “Esperando a Godot”, de Samuel Beckett, la obra más representada del siglo XX en una producción de Pentación dirigida por Antonio Simón

Francisco Navarro | Viernes, 26 de Febrero del 2021
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El domingo 7 de marzo vuelven las representaciones al Teatro Municipal “Marcelo Grande” —será la primera función con ese nombre— de Tomelloso con “Esperando a Godot”. Pepe Viyuela (Logroño 1963), filósofo, poeta, actor y payaso, a vida Estragón en la obra escrita por Samuel Beckett en una producción de Pentación, dirigida por Antonio Simón en la que también actúan Alberto Jiménez, Juan Díaz, Fernando Albizu y Jesús Lavi.

Hablamos con el conocido artista de la función, de la situación provocada por la pandemia, de sus proyectos y del humor como tabla de salvación. Viyuela explica al periodista que ya ha estado en Tomelloso, asegura que le hace mucha ilusión la función del domingo 7 de marzo porque temieron por la supervivencia de la representación “me hace mucha ilusión que se haya mantenido y tengo muchas ganas de volver por allí”.

—“Esperando a Godot” es una de las cumbres del teatro del siglo XX. A pesar de lo difícil que resulta, ¿nos podría dar unas pinceladas de la función para aquellos que no la conocen?

—Se trata de una obra tan rica y con tantos matices que, efectivamente, es muy difícil resumir. Pero, yo le diría a quien no la conoce que es una obra maestra. Es, además, la más representada del siglo XX, habiéndose estrenado a mitad de la centuria. Lleva camino de convertirse en la más representada de la historia. Esos datos ofrecen una garantía de lo que vamos a ver el 7 de marzo en Tomelloso. Todo eso, además, sustentado por un gran texto.

—¿De qué trata “Esperando a Godot”?

—Pues yo diría que habla de algo que nos preocupa mucho hoy en día, qué hacemos y qué esperamos. Ahora mismo todos tenemos claro lo que estamos esperando, salir de esta pandemia. El Godot que esperamos sería la salud y la vuelta a la normalidad.

La obra habla de la soledad de ser humano, de la necesidad que tenemos de los otros, que creo que es un asunto muy presente en nuestras vidas en este momento porque no podemos salir solos de esta situación. Necesitamos de los otros para salir adelante.

—¿Está vigente la obra?

—Como todas las obras maestras “Esperando a Godot” es capaz de adaptarse a los momentos que se van sucediendo en la historia. Habiéndose escrito al acabar la Segunda Guerra Mundial y con motivo del desastre mundial que supuso ese conflicto, hoy en día se adapta perfectamente a la situación que estamos viviendo todos. Que también, curiosamente, afecta a toda la humanidad.

Cuando estrenamos la función en noviembre del 19, pensábamos en ella de una manera y ahora lo hacemos de otra. Muchas frases nos resuenan a cosas que están pasando, que leemos en los periódicos o vemos en los noticiarios. Es de una vigencia y de una actualidad abrumadora la función. Son ya suficientes elementos como para conformar un reclamo para que el amante al teatro vaya a ver una versión de “Esperando a Godot”, que cuenta lo que contaba y, al mismo tiempo, habla de nosotros en este momento.

—Traen a Tomelloso un montaje con una gran carga de humor.

—La apuesta de Antonio Simón desde el primer día de ensayos fue la de buscar la carga humorística que contiene la función, que es bárbara. Un humor, evidentemente, muy cargado de tragedia y de dolor, pero no deja de ser humor. “Esperando a Godot” siempre se ha hecho desde un punto de vista muy tristón, muy cenizo y trágico y nosotros hemos intentado darle un aire más payasesco, más clownesco, en el que los personajes no pierden nada de su sentido, pero dándonos una visión de nosotros mismos.

—Pepe Viyuela es, entre muchas otras cosas, un gran payaso, deduzco que hay mucho de usted en el montaje.

—Sí, porque siempre pones mucho de ti. Tal vez queda muy fatuo decirlo, pero los intérpretes tenemos algo de creadores. En el sentido de que a la hora de interpretar una obra tienes que poner mucho de ti mismo, tanto física como espiritualmente. En este caso el director, Antonio Simón, estaba muy empeñado en que recuperásemos todo lo que tiene que ver con mi payaso para aportarlo al personaje de Estragón. Creo que lo pasayesco se ha extendido a toda la función. Estudiando la figura de Beckett hemos descubierto que este montaje no lo desvirtúa ya que el dramaturgo tenía una gran admiración por los payasos. De hecho, tiene un corto que escribió y dirigió que interpreta Buster Keaton. Con este montaje hemos encontrado un camino muy bonito con el que quiero pensar que Samuel Beckett estaría de acuerdo.

—Vladimiro y Estragón recuerdan al Gordo y el Flaco.

—En la propia dramaturgia de “Esperando a Godot”, Beckett habla de bombines. De esos personajes que, viendo el cartel de la obra, recuerdan a esa estética de Laurel y Hardy y los cómicos del cine mudo. Insisto en que, en lugar de desvirtuar la obra, con este montaje hemos recuperado ese espíritu humorístico que yo creo está presente en “Esperando a Godot”. Hay gente que se enfada porque cree que no nos tomamos en serio a Beckett. Mi respuesta es siempre que yo en este momento puedo hacer un chiste sobre la pandemia sin perderle el respeto a nadie, sino con la intención fundamental de sobrevivir. De agarrarme a la posibilidad que tengo de remontar una situación dificilísima como es la que estamos viviendo a través del humor, como una herramienta que pretende, no solo atacar, sino defenderte de la adversidad. Si soy capaz de reírme o hacer un chiste sobre lo que estoy viviendo seguramente sea más fuerte ante ello.


—¿Cómo está reaccionando el público a la obra en las distintas representaciones?

—Las funciones nunca son iguales. Hay veces que el público las recibe con mucho alborozo y otras con mucha gravedad. El teatro está vivo y nunca sabes como va a responder el público, eso es muy bonito. Pero en la mayoría de los casos sorprende la apuesta novedosa por el humor del montaje.

—Pepe Viyuela es la cara más visible de la función, pero lo acompañan otros cuatro soberbios actores.

—Antonio Simón podría haber escogido otros actores que podrían hacerlo igual o mejor que nosotros. Pero lo que ha hecho es crear equipo, tuvo el suficiente ojo para elegir a un grupo que se iba a entender, dentro y fuera del escenario. Llevamos casi año y medio con la función y cada vez nos hemos ido complementando mejor, entendiendo y divirtiéndonos. Eso se nota en escena, la función está muy cuajada, tanto por el tiempo que llevamos como por nuestra compenetración.

—¿Cómo esta llevando está complicada época?

—No me puedo quejar, incluso he de decir que me va bastante bien. La función no se ha resentido demasiado, después del confinamiento la gira se ha ido acomodando a las circunstancias. Se han caído muy pocas fechas, lo que ha sido una sorpresa muy agradable. Tenemos trabajo hasta julio con “Esperando a Godot. También estoy haciendo otros trabajos por lo que no me puedo quejar. Y con respecto a la salud, ya pasé el coronavirus al principio, pues estoy descuidado.

—¿Usted cree que hemos aprendido algo de la pandemia?

—Creo que sí, ha calado la idea de que somos muy vulnerables y de que hay que cuidar mucho el futuro. En definitiva, que somos muy poquita cosa, y espero que eso nos ayude a construir el futuro que tenemos que hacer entre todos. Otra cosa es que, a pesar de tener la lección aprendida seamos capaces de aplicarla en nuestro día a día. Hay que vivir dándole importancia a lo verdaderamente esencial. No creo que seamos tan tontos como para que lo que hemos vivido no repercuta en nuestras vidas. Nos obstante, hablamos en unos años.

—¿Cuáles son sus planes de futuro?

—Estos días oía una frase muy a pelo que venía a decir “Cuéntale a Dios tus planes y verás como se ríe”.  Lo más inmediato es otra función de teatro que vendría después de “Esperando a Godot”. Se trata del “Tartufo”, de Moliere, voy a trabajar de nuevo con Ernesto Caballero. Una versión que intenta indagar sobre la vigencia del Tartufo hoy en día. Quiénes serían los tartufos de hoy, que posiblemente no sean ni siquiera seres humanos sino corporaciones o partidos políticos que nos convencen de lo más absurdo y cambian nuestras vidas. Empezaremos a ensayar en verano para estrenar en septiembre.

Hay algún que otro proyecto en marcha de alguna serie para televisión que esta solamente sobre el papel. Son tres proyectos que tienen un largo recorrido y no sé si llegarán a materializarse. Y ahora mismo estoy con Dani Rovira en “La Noche D”, de Televisión Española. Hemos firmado diez programas y estamos en el sexto. Como decía, estoy bastante ocupado y con mucha ilusión.

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