El domingo 7 de marzo vuelven las representaciones al Teatro
Municipal “Marcelo Grande” —será la primera función con ese nombre— de
Tomelloso con “Esperando a Godot”. Pepe Viyuela (Logroño 1963), filósofo,
poeta, actor y payaso, a vida Estragón en la obra escrita por Samuel Beckett en
una producción de Pentación, dirigida por Antonio Simón en la que también actúan
Alberto Jiménez, Juan Díaz, Fernando Albizu y Jesús Lavi.
Hablamos con el conocido artista de la función, de la
situación provocada por la pandemia, de sus proyectos y del humor como tabla de
salvación. Viyuela explica al periodista que ya ha estado en Tomelloso, asegura
que le hace mucha ilusión la función del domingo 7 de marzo porque temieron por
la supervivencia de la representación “me hace mucha ilusión que se haya
mantenido y tengo muchas ganas de volver por allí”.
—“Esperando a Godot” es una de las cumbres del teatro del
siglo XX. A pesar de lo difícil que resulta, ¿nos podría dar unas pinceladas de
la función para aquellos que no la conocen?
—Se trata de una obra tan rica y con tantos matices que,
efectivamente, es muy difícil resumir. Pero, yo le diría a quien no la conoce
que es una obra maestra. Es, además, la más representada del siglo XX,
habiéndose estrenado a mitad de la centuria. Lleva camino de convertirse en la
más representada de la historia. Esos datos ofrecen una garantía de lo que
vamos a ver el 7 de marzo en Tomelloso. Todo eso, además, sustentado por un
gran texto.
—¿De qué trata “Esperando a Godot”?
—Pues yo diría que habla de algo que nos preocupa mucho hoy
en día, qué hacemos y qué esperamos. Ahora mismo todos tenemos claro lo que
estamos esperando, salir de esta pandemia. El Godot que esperamos sería la
salud y la vuelta a la normalidad.
La obra habla de la soledad de ser humano, de la necesidad
que tenemos de los otros, que creo que es un asunto muy presente en nuestras
vidas en este momento porque no podemos salir solos de esta situación. Necesitamos
de los otros para salir adelante.
—¿Está vigente la obra?
—Como todas las obras maestras “Esperando a Godot” es capaz
de adaptarse a los momentos que se van sucediendo en la historia. Habiéndose
escrito al acabar la Segunda Guerra Mundial y con motivo del desastre mundial
que supuso ese conflicto, hoy en día se adapta perfectamente a la situación que
estamos viviendo todos. Que también, curiosamente, afecta a toda la humanidad.
Cuando estrenamos la función en noviembre del 19, pensábamos
en ella de una manera y ahora lo hacemos de otra. Muchas frases nos resuenan a
cosas que están pasando, que leemos en los periódicos o vemos en los noticiarios.
Es de una vigencia y de una actualidad abrumadora la función. Son ya
suficientes elementos como para conformar un reclamo para que el amante al
teatro vaya a ver una versión de “Esperando a Godot”, que cuenta lo que contaba
y, al mismo tiempo, habla de nosotros en este momento.
—Traen a Tomelloso un montaje con una gran carga de humor.
—La apuesta de Antonio Simón desde el primer día de ensayos
fue la de buscar la carga humorística que contiene la función, que es bárbara.
Un humor, evidentemente, muy cargado de tragedia y de dolor, pero no deja de ser
humor. “Esperando a Godot” siempre se ha hecho desde un punto de vista muy
tristón, muy cenizo y trágico y nosotros hemos intentado darle un aire más
payasesco, más clownesco, en el que los personajes no pierden nada de su
sentido, pero dándonos una visión de nosotros mismos.
—Pepe Viyuela es, entre muchas otras cosas, un gran payaso,
deduzco que hay mucho de usted en el montaje.
—Sí, porque siempre pones mucho de ti. Tal vez queda muy
fatuo decirlo, pero los intérpretes tenemos algo de creadores. En el sentido de
que a la hora de interpretar una obra tienes que poner mucho de ti mismo, tanto
física como espiritualmente. En este caso el director, Antonio Simón, estaba
muy empeñado en que recuperásemos todo lo que tiene que ver con mi payaso para
aportarlo al personaje de Estragón. Creo que lo pasayesco se ha extendido a
toda la función. Estudiando la figura de Beckett hemos descubierto que este
montaje no lo desvirtúa ya que el dramaturgo tenía una gran admiración por los
payasos. De hecho, tiene un corto que escribió y dirigió que interpreta Buster
Keaton. Con este montaje hemos encontrado un camino muy bonito con el que
quiero pensar que Samuel Beckett estaría de acuerdo.
—Vladimiro y Estragón recuerdan al Gordo y el Flaco.
—En la propia dramaturgia de “Esperando a Godot”, Beckett
habla de bombines. De esos personajes que, viendo el cartel de la obra,
recuerdan a esa estética de Laurel y Hardy y los cómicos del cine mudo. Insisto
en que, en lugar de desvirtuar la obra, con este montaje hemos recuperado ese
espíritu humorístico que yo creo está presente en “Esperando a Godot”. Hay
gente que se enfada porque cree que no nos tomamos en serio a Beckett. Mi
respuesta es siempre que yo en este momento puedo hacer un chiste sobre la
pandemia sin perderle el respeto a nadie, sino con la intención fundamental de
sobrevivir. De agarrarme a la posibilidad que tengo de remontar una situación
dificilísima como es la que estamos viviendo a través del humor, como una
herramienta que pretende, no solo atacar, sino defenderte de la adversidad. Si
soy capaz de reírme o hacer un chiste sobre lo que estoy viviendo seguramente
sea más fuerte ante ello.
—¿Cómo está reaccionando el público a la obra en las distintas
representaciones?
—Las funciones nunca son iguales. Hay veces que el público
las recibe con mucho alborozo y otras con mucha gravedad. El teatro está vivo y
nunca sabes como va a responder el público, eso es muy bonito. Pero en la
mayoría de los casos sorprende la apuesta novedosa por el humor del montaje.
—Pepe Viyuela es la cara más visible de la función, pero
lo acompañan otros cuatro soberbios actores.
—Antonio Simón podría haber escogido otros actores que
podrían hacerlo igual o mejor que nosotros. Pero lo que ha hecho es crear equipo,
tuvo el suficiente ojo para elegir a un grupo que se iba a entender, dentro y
fuera del escenario. Llevamos casi año y medio con la función y cada vez nos hemos
ido complementando mejor, entendiendo y divirtiéndonos. Eso se nota en escena,
la función está muy cuajada, tanto por el tiempo que llevamos como por nuestra
compenetración.
—¿Cómo esta llevando está complicada época?
—No me puedo quejar, incluso he de decir que me va bastante
bien. La función no se ha resentido demasiado, después del confinamiento la
gira se ha ido acomodando a las circunstancias. Se han caído muy pocas fechas, lo
que ha sido una sorpresa muy agradable. Tenemos trabajo hasta julio con “Esperando
a Godot. También estoy haciendo otros trabajos por lo que no me puedo quejar. Y
con respecto a la salud, ya pasé el coronavirus al principio, pues estoy
descuidado.
—¿Usted cree que hemos aprendido algo de la pandemia?
—Creo que sí, ha calado la idea de que somos muy vulnerables
y de que hay que cuidar mucho el futuro. En definitiva, que somos muy poquita
cosa, y espero que eso nos ayude a construir el futuro que tenemos que hacer
entre todos. Otra cosa es que, a pesar de tener la lección aprendida seamos
capaces de aplicarla en nuestro día a día. Hay que vivir dándole importancia a
lo verdaderamente esencial. No creo que seamos tan tontos como para que lo que
hemos vivido no repercuta en nuestras vidas. Nos obstante, hablamos en unos
años.
—¿Cuáles son sus planes de futuro?
—Estos días oía una frase muy a pelo que venía a decir “Cuéntale
a Dios tus planes y verás como se ríe”. Lo más inmediato es otra función de teatro que
vendría después de “Esperando a Godot”. Se trata del “Tartufo”, de Moliere, voy
a trabajar de nuevo con Ernesto Caballero. Una versión que intenta indagar
sobre la vigencia del Tartufo hoy en día. Quiénes serían los tartufos de hoy,
que posiblemente no sean ni siquiera seres humanos sino corporaciones o
partidos políticos que nos convencen de lo más absurdo y cambian nuestras vidas.
Empezaremos a ensayar en verano para estrenar en septiembre.
Hay algún que otro proyecto en marcha de alguna serie para televisión
que esta solamente sobre el papel. Son tres proyectos que tienen un largo
recorrido y no sé si llegarán a materializarse. Y ahora mismo estoy con Dani
Rovira en “La Noche D”, de Televisión Española. Hemos firmado diez programas y
estamos en el sexto. Como decía, estoy bastante ocupado y con mucha ilusión.
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Viernes, 19 de Abril del 2024
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