Leo en este periódico que para el 30 de este mes de mayo “Vuelven los toros a Tomelloso con la VIII Corrida Benéfica de la Peña Taurina” con  el madrileño López Simón, el onubense David de Miranda y el  manzanareño Antonio Linares, anunciados en un precioso cartel del más puro estilo taurino antiguo,  con reses de la ganadería sevillana, con divisa  celeste, blanco y celeste, Virgen María. ¡Qué la Virgen los ampare! Digo esto porque en mi labor de documentación para dar a la luz algún artículo sobre actuaciones taurinas en Tomelloso, me han ido viniendo a las manos unas veces,   y mis manos han ido buscando otras, múltiples y,  en ocasiones, curiosas noticias sobre corridas celebradas en esa plaza. Y no lo digo por decir, sino porque he dado con las crónicas de la novillada, en ella celebrada, hace casi exactamente un siglo, el 29 de mayo de 1921, que fue calificada como “accidentada” y, por ello,  deseo  lo mejor y lo más diferente a lo acontecido entonces, a los actuales diestros.

Se celebró  dicha novillada, como decimos, el 29 de mayo de 1921,  con reses de la ganadería de D. Félix Sanz, de Colmenar Viejo,  para “Montañesito” y “Madriles” (Francisco Fiñana). Había nacido este torero en Madrid el  4.4.1889, falleciendo, siendo empresario de la plaza de Vista-Alegre y representante del levantino “Llapisera” (Rafael Dutrús Zamora, creador del toreo cómico)  y del matador zamorano Félix Rodríguez II,  de una angina de pecho, en Baeza, donde se encontraba accidentalmente el  7.8.1933. (La Fiesta brava (Barcelona). 18-8-1933, nº 333).

“Montañesito”, permítanme alargarme un poco en su figura como montañés que soy, y ante el escaso número de toreros santanderinos: Darío Diez, “Limiñana” y su hermano Tomás, “Limiñana chico”; el recriado en Valencia Félix Rodríguez; Manuel   Arruza Camino, el Arruza español, hermano de Carlos, sobrinos de León Felipe... Se llamaba “Montañesito”,   Andrés Pérez García  y había nacido  el 10 de febrero de 1896 en  Reinosa, de ahí su sobrenombre,  y de ahí que, entre la escasa información taurina que llegaba a La Habana,  la revista semanal de la colonia montañesa, “La Montaña”,  le viniera haciendo, desde 1917, un cariñoso seguimiento por las plazas de Vista Alegre, Santander, Reinosa, Potes, y,  en su ejemplar del  1921 julio 30, p, 24, informara  de esta novillada en los términos que diremos a continuación.

           Andrés Pérez García “Montañesito” (La Montaña. Año 1917, julio 14, p. 11)

En ese “festejo” ambos novilleros resultaron cogidos. El primero con una cornada en el pecho “que le interesa el pulmón izquierdo” y el segundo de herida menos grave. También resultaron  cogidos  el sobresaliente Adolfo Guerra,   varios peones y banderilleros, teniendo que matar al último la Guardia civil en los corrales,  según nos decían  las crónicas de  “La correspondencia de Valencia”, 1921 Mayo 30, p. 3,  “El Adelanto de Salamanca”, 1921 mayo 31, p. 4 y  “El Telegrama del Rif”,  1921 mayo 31, p. 2.

“La Montaña” citada,    escribía que “el popular torero campurriano”  había “sufrido un serio percance en la plaza de toros de Tomelloso” por un  novillo de Sanz, y añadía que la corrida fue un desastre, puesto que Guerra que alternaba con él,  tuvo que pasar a la enfermería y el tercero del cartel, Madriles, también  “visitó el hule”, teniendo que matar al novillo la Guardia civil.

Más espacio informativo dedicó a esta novillada el periódico ciudadrealeño “El pueblo manchego”  que, en sus números de los días 1 y 2 de junio, daba detalles de lo ocurrido y transcribía el parte facultativo de la cogida de “Montañesito”. (“herida contusa por asta de toro en la región axilar derecha de abajo arriba de 12 centímetros de longitud que interesa los tegidos (sic) profundos bordeando las costillas; pronóstico gravísimo”) No le interesara el pulmón, pues.

Destacaba el despropósito que suponía soltar “un ganado tan grande y tan bronco lidiado sin picadores”, cuatro torazos,  a unos “si no debutantes por lo menos muy poco entrenados y bastante jóvenes”.  Fue en  el  segundo en el que, al entrar a matar, “Montañesito”  “fue empitonado y zarandeado aparatosamente quedando el infeliz exánime en la arena”. El toro fue   matado por el sobresaliente Adolfo Guerra, “el único que creemos un torero baqueteado”, que sería también cogido por el tercero con una importante herida en  el muslo derecho de 14 centímetros de longitud, rozando la femoral sin llegar a herirla, de pronóstico grave. El  cuarto toro no permitió el público, con su unánime protesta,  que lo matara “Madirles”  por temor a otra cogida mayor aún si cabe, y  el presidente ordenó que fuera echado al corral para que lo matara la Guardia civil.

Ante esta postura humanitaria del respetable, el corresponsal del periódico manchego, en su crónica del día siguiente, protestaba indignado,  amplia y enérgicamente, ante la noticia publicada en “El Liberal” del día 31 de mayo, p. 2, en la que decía textualmente “EN TOMELLOSO Los de Félix Sanz, regulares. Madriles, valiente. Montañesito fué cogido en el primer toro y resultó con una cornada grave en el pecho, que le interesa el pulmón. El público golpeó a los toreros, y la Guardia civil tuvo que matar al último novillo en los corrales.” (El resaltado es nuestro).

Frente a tan falsa información de golpeo del público a los toreros, proclamaba el cronista manchego “ la honorabilidad de los hijos de Tomelloso…haciendo resaltar la prueba de cordura, sensatez y humanidad que ante el peligro dio este noble y laborioso pueblo, protestando al toro tan grande, cornalón y bronco obligando a que se echase a los  corrales para que la Guardía civil lo matase a tiros para evitar una tercera desgracia.” Y concluía, desmintiendo la noticia  de El Liberal, resaltando que “el pueblo en masa se interesó por los heridos como lo demuestra el agradecimiento de ellos y sus familias hacia los médicos, la Cruz Roja y el pueblo en general que fue a despedirlos cariñosamente a la estación férrea”.

Los médicos que asistieron  a los heridos, en aquella novillada, fueron los doctores Fermín Zancada, Juan José Solares, José Alberich, Vicente Soriano y Juan José Navarro  y alaba el cronista la gran actuación de la Cruz Roja.  En contraste, no oculta  el lastimoso “cuchibitil” de enfermería de la plaza,  de la que nos ocuparemos en nuestro próximo artículo “Las cogidas de Machaquito y de Camará en Tomelloso el 17 de septiembre de 1907.”

Esperando que  la corrida del domingo, día 30,  resulte un rotundo éxito, me despido deseando a los en ella participantes, matadores y subalternos, ovaciones, trofeos y, sobre todo,   indemnidad, con la consabida frase de “vista, suerte y al toro”.

Madrid, para Tomelloso,  15 de  mayo  de 2021, festividad de San Isidro labrador.