Hemos charlado con Vicente Morales en los prolegómenos del acto, ampliando la información que más tarde trasmitiría a su joven público. La Posada de los Portales es el edificio más emblemático de Tomelloso, asegura Morales, a pesar de que la iglesia de la Asunción sea más vieja. “Si quitaran la Posada y aquí hubiera un edificio normal, nos iba a costar reconocer Tomelloso”.

La Posada tiene una historia muy curiosa. Y es que, las mujeres de Tomelloso, cuando se quedaban viudas promovían la construcción de grandes edificios. “La posada la erigió Ángela Peña Carrillo, que enviudó en 1770, su marido era uno de los mayores potentados de entonces y quiso construir la Posada”. Pasa lo mismo con Crisanta Moreno, explica Morales, “cuando murió su marido, a finales del siglo XIX, fue la que decidió construir un hospital asilo y dedicar muchos recursos a Tomelloso. Para Vicente Morales es muy curioso “que sean las mujeres de Tomelloso, que no peleaban en política, ni estaban metidas en los bandos, que por propia iniciativa hayan construido edificios tan señalados”.

En la Posada de los Portales, a diferencia de muchas otras, no se representaban obras de teatro, no era un corral de comedias. “Era una posada normal y corriente para el alojamiento de viajeros ilustres. Más que eso era un signo de poder y de riqueza personal de la señora Ángela Peña Carrillo”. La Posada servía, de cara a lo convecinos de esta señora, para que supieran quien era la mayor propietaria de Tomelloso. “Aunque ella era mujer y no estaba metida en política, sí que había bandos en Tomelloso. La política no deja de ser bandos y en aquella época pasaba igual, estaban los Rodrigo, los Cepeda, los Castellanos, ellos querían controlar el municipio pues no en vano habían comprado la independencia”. Pero también estaban unos recién llegados, de Mora, nos cuenta Vicente Morales, Antonio Carranza, que tenía otra posada más antigua que esta, la del Rincón “y estaba enfrentado con el otro bando”.

Hubo un enfrentamiento entre ambos bandos, “que en esta primera vuelta lo ganó Ángela Peña construyendo este edificio”.

Hay una historia muy bonita con respecto a la Posada. En Roma, en 1769 fallece Clemente XIII “y el cardenal de Sevilla, Solís, en lugar de coger un barco en esa ciudad, decide atravesar La Mancha para embarcar en Levante”. Cuando pasó por Tomelloso, en la localidad no había posadas para alojar a un arzobispo “se tuvo que repartir el Cardenal, que le gustaba vivir bien y venía con un séquito de 80 personas, por las casas de los vecinos ilustres”. En 1774 muere el siguiente Papa, Clemente XIV y Solís vuelve a hacer lo mismo que cinco años atrás, pasar por Tomelloso “a partir de ese momento, Ángela Peña, decidió que eso no iba a pasar más y construyó la Posada”. El Cardenal Solís murió en el cónclave, a Sevilla solo regresó su corazón “se construyó en Tomelloso una posada decente para alojar a las personalidades que pasaran por aquí”.