Cuando era un chaval y aún no
“sabía que no sabía”, pero tenía pretensiones de explicar los símbolos,
miserias, incongruencias e injusticias del mundo que me envolvía y el hogar de
mis padres, los cesaristas prepotentes, lo habían inclinado a la ruina, me hice con unos libros de la Cultura
Española, sin pagar un céntimo, entre ellos un tratado de Historia de España,
que el maestro no me reclamó nunca… ¡Gracias! En uno de los tomos, leí por
primera vez en mi vida que, la definición más completa de la palabra
Arqueología¸ compuesta por dos vocablos griegos, “archaios”, que significaba
antiguo y “logos”, discurso o tratado era: “Ciencia fundamentalmente práctica,
que estudia los objetos, monumentos y restos de toda clase pertenecientes a
pasadas generaciones, valorándolos tan solo por lo que de ellos pueda derivarse
para la aclaración o conocimiento de la Historia de la humanidad”.
La sucesión de culturas, desde el Paleolítico hasta nuestros días, en la
cuenca del Alto Guadiana, está más que confirmada… Esperemos que en lo
paleontológico, aparezca alguna pequeña piara de “bestias” o “alimañas”, de
antes del Homo cesarista, mesetario…, para mentarlas… Deberíamos admitir, que
este singular territorio, con sus aguazales, no significa apenas nada, respecto
de su Patrimonio Arqueológico, Histórico…; que no siempre ha de estar compuesto
por “cosas grandiosas”, ni de “momentos gloriosos” o caóticos; incluida la
lucha por el agua… El “molesto” de Nietzsche
decía: “el peligro de todos los peligros: que nada tenga significado”.
Este territorio descuella más como punto idóneo para bacanales, donde el
Homo de ahora, en su mayoría, viene a pavonearse, arremetiendo contra cualquier
medida que conlleve a la preservación del entono y el orden…, para continuar
comportándose como le venga en gana… El Patrimonio Arqueológico, Historico…;
símbolo de la continuidad de la civilización humana, aquí permanece silencioso,
cerrado, callado… No obstante ser una
riqueza que no todos los pueblos tienen; pero, ¡claro!, son restos de “elementos
inertes”, (no nos olvidemos de lo desoxirribonucleico) que no son voto; a los
que no se les pueden hacer desleales promesas, que tan bien suenan al oído,
levantando tempestades de pasiones y falsas ilusiones…Obviar es despreciar… Dijimos
tiempo ha, que los pueblos o sociedades cultas, (difíciles de manipular) que de
un Patrimonio Prehistórico-Histórico…, pueden gozar, lo deben presentar
ordenadamente, generando con ello riqueza histórica, material y cultural; para
que otros pueblos puedan contemplarlo con admiración y por qué no decirlo,
hasta con sana envidia. Los pueblos sin historia, no saben desde cuándo lo son…
Herodoto, “padre de la historia”, se devanó por legarnos una relación bastante
aceptable de las cosas acaecidas: “con el fin de que la memoria del pasado no
se borre de entre los hombres con el paso del tiempo”. Sin historia y sin
cultura somos vulgares cadáveres… “La cultura—escribió J. Donoso Cortés—es la
civilización propia de un pueblo que se ocupa en resolver graves problemas
políticos y graves problemas sociales”. El Patrimonio Arqueológico,
Prehistórico…; estudiado y expuesto científica y metódicamente, sería una nueva
y prestigiosa fuente de ingresos, diferente a lo hasta ahora “sobreexplotado”…
El “raro” de Goethe dijo: “el que no sabe llevar su contabilidad por
espacio de tres mil años, se queda como un ignorante en la oscuridad y solo
vive al día”.
Señores “dirigentes”, robadles de vez en cuando algunos minutillos a
vuestras monsergas políticas y pensar que hay algo más que la política, que
también puede beneficiar a los pueblos… Ignorar ciertos recursos de una tierra,
es despreciarla como a vuestros oponentes… Echen una mano allí donde deben
echarla; mirando hacia todos los horizontes, en estrecha unión, sin creerse lo
máximo en el universo…
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Jueves, 25 de Abril del 2024
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