Esta sería la séptima feria de Inmaculada Jiménez como alcaldesa, pero la pandemia del Covid-19 ha provocado que sea la sexta. Y no será una feria al uso teniendo en cuenta que aún no está doblegada y  obliga a seguir actuando con suma prudencia. Pero aún con sus restricciones y limitaciones, vuelve la Feria y Fiestas a Tomelloso, acontecimiento que siempre trae alegría y una inyección de optimismo. La feria trae vientos festeros que el cuerpo y el espíritu siempre agradecen, mucho más teniendo en cuenta los duros tiempos pasados. La llegada de la semana grande siempre es ideal para conversar con la primera edil, ya sea de la propia feria  o de  otros  temas de candente actualidad. Los periodistas de La Voz y la regidora del municipio tomamos asiento en tres cómodos y elegantes sillones  en la sala Francisco Carretero, escenario de la entrevista. De la calle llega el trajín de los operarios que montan el escenario en una plaza de España en la que el trasiego de vecinos y visitantes es mayor de lo habitual. La ciudad huele a feria.

-¿Fue muy meditada la decisión de organizar la feria?

-Es cierto que lo tuvimos que pensar mucho. Al final pensamos que teníamos que hacerla porque la feria supone una inyección económica muy importante para muchos sectores de la ciudad. El tiempo nos está demostrando que tenemos que convivir con la pandemia y el virus, ya sea en un restaurante, en los colegios, a la hora de ir a cualquier comercio o realizar un viaje…Y después de mucho meditarlo nos decantamos por hacer una feria segura. Aunque todo está supeditado a la situación que tengamos y de hecho hemos tenido que cambiar decisiones a última hora, como sucedió la pasada semana con la suspensión de la cena de gala. 

-Otras poblaciones se han inclinado por la suspensión de las fiestas…

-Cada uno lleva su cuaderno de ruta en su población. El año pasado hubo celebraciones en otras poblaciones y nosotros decidimos que en Tomelloso no era conveniente que se celebrara nada, entre otras cosas porque la situación era completamente diferente, mucho más preocupante. Este año el panorama es más alentador, sobre todo porque la vacunación se encuentra en un proceso muy avanzado y la sociedad se ha ido concienciando a convivir con un virus que no se ha ido ni se irá. Hay que brindar la oportunidad al comercio y otros negocios de recuperar lo perdido en meses pasados.

-¿Qué pueden esperar los tomelloseros de una feria tan singular?

- Lo importante es disfrutar de Tomelloso. Regresan muchos de nuestros paisanos que viven fuera, nos visitan personas de otras localidades…al final la feria va mucho más allá de la programación institucional que se desarrolla. La propia ciudad presenta su oferta de hostelería, de gastronomía o de comercio.  Se trata de disfrutar de Tomelloso en todo su esplendor y de una programación segura, responsable y para todos los públicos con conciertos gratuitos, una gran variedad de espectáculos en la plaza y un amplio abanico de actividades infantiles.

-Una feria con muchos nombres propios María Morales, los agricultores, los cinco viñadores, Miguel Huertas, Elvira Sastre….

-Los mayores nos enseñan mucho y creo que es de bien nacidos ser agradecidos y el Ayuntamiento tenía que agradecer a mucha gente su gran contribución como los agricultores que tanto nos ayudaron en las  campañas de desinfección durante la pandemia. El viñador de honor, supone reconocer a unos auténticos héroes que han velado por nuestras vidas y los otros cuatro viñadores, Afas, Vinícola, Panadería Feliciano Martínez y José Almarcha tienen más que merecido el galardón por una trayectoria que todos conocemos. También María Morales que ha llevado el nombre de Tomelloso a lo más alto, ha sido una gran embajadora y tendrá el honor de pregonar las fiestas de su pueblo, algo que se tiene que hacer desde el sentimiento y desde el corazón.

-Lo más duro ha sido la supresión de actos muy emblemáticos: el vermut, el mercadillo, los chiringuitos, el mojito, los desfiles…

-Ha sido una decisión dolorosa porque somos conscientes de que suprimimos cosas muy sensibles, sobre todo, para gente más joven. Son cosas que tienen que ver con el ocio no controlado y nos tenemos que quedar con una feria que gire en torno a lo cultural, lo deportivo, a conciertos controlados en aforos y actividades para los más pequeños que también lo han pasado francamente mal en este año y medio y ahora merecen disfrutar de la feria.

-En realidad la feria ya se ha iniciado con esta Fiesta de las Letras tan especial que se ha preparado.

-Tomelloso es una ciudad de cultura y queríamos que a lo largo de todo el mes de agosto en la ciudad se respirase cultura, en distintos escenarios y recorridos. La experiencia está siendo fabulosa, lástima que tenga que sea con aforos reducidos. El broche final será la Fiesta de las Letras en su formato de siempre, pero el trabajo de Clara López Cantos está muy bueno. Es un privilegio que Tomelloso tenga un certamen, la Fiesta de las Letras, que tiene ya setenta años.

-Los conciertos son parte esencial del programa de la feria ¿Qué tiene que decir de los grupos y  cantantes que vienen?

-Este año queríamos hacer algo diferente con el fin de compensar a la ciudad los duros momentos vividos. Lo más importante es que serán gratuitos, aunque aforando todos los recintos y espacios. Solo dos mil personas pueden entrar en los conciertos y mil personas en la plaza y es complicado, pero consideramos  que es la mejor fórmula. Y la oferta en sí es buena, Los Zigarros han sido teloneros de los Rolling Stones; Álvaro de Luna ha sonado mucho en Los 40 Principales; De Marco Flamenco…es una oferta variada de estilos que incluye también un gran tributo a Sabina, uno de los grandes, y son los propios músicos de Sabina  los que lo harán. A todo esto añadiremos los espectáculos de la plaza en una feria en la que nos hemos gastado lo mismo que cualquier año.

-Se ha superado el ecuador de su segundo mandato donde el Covid ha marcado buena parte de su gestión ¿podrá ya recuperar el Ayuntamiento su pulso normal de aquí al 2023?

-La legislatura está siendo muy compleja porque no entraba en los planes de nadie una pandemia que venía sin instrucciones y sin manuales para poder combatirla. Pero hubo que arremangarse y hacer lo humanamente posible. Ahora viene la segunda parte de la legislatura y la maquinaría está engrasada para que puedan salir esos proyectos que no pudieron salir antes. Uno de los más importantes será la remodelación del Mercado de Abastos; otros como el de la nueva biblioteca van más despacio, pero se va avanzando y esperamos presentar el proyecto en poco tiempo. Y también acometeremos importantes remodelaciones como la de las calles Galileo, Campo, Independencia o la finalización de la avenida de Juan Carlos I que es un proyecto de gobierno; o proyectos de eficiencia energética con el cambio de alumbrado de la ciudad; una operación asfalto de un millón de euros y otros que irán viniendo y que nos permitirán cumplir el programa electoral que es el contrato que tenemos con los ciudadanos.

-La sociedad sigue manifestándose en la calle pidiendo  que mejore la situación del hospital y también inquieta la situación del barrio de San Juan ¿cómo analiza dos asuntos que preocupan, y mucho, a los tomelloseros?

-La primera interesada en que mejore el Hospital soy yo. Nunca me he echado atrás y lo he echo públicamente enfrentándome a mi propio partido y mis compañeros. Seré la primera en levantar la bandera de un hospital que tiene que funcionar al cien por cien. Son ya muchos años y como dijera el consejero años atrás ya es hora del Hospital de Tomelloso. Internamente estamos trabajando con un grupo de médicos y la Consejería, le tendí la mano a la Coordinadora y a la Plataforma, pero ésta se quiso desmarcar. En cualquier caso, no voy a entrar en el juego porque jamás en la historia de Tomelloso había habido tantas concentraciones por todo y no deja de ser un poco sorprendente. Aquí no estamos para hacer política y sí para ver lo que es necesario y luchar por ello.  El pasado lunes operaron a mi padre en el Hospital de Tomelloso por un problema que tuvo a causa de una caída en diciembre y es ahora cuando le han llamado. En el plano personal, soy la primera a la que interesa que el hospital funcione y creo que todo lo demás obedece a otro tipo de intereses.

Y con el barrio de San Juan estamos preocupados, pero hablamos de una situación que viene de lejos, prácticamente desde los orígenes. Estamos tratando de remunicipalizarlo, en un proceso que es lento y costoso. También hemos pedido la colaboración de la Subdelegación del Gobierno para todo lo relacionado con la seguridad ciudadana.  Me preocupa también porque soy vecina del barrio. Tenemos reuniones periódicas con los vecinos y reforzando la seguridad. 

-Fuera de sus obligaciones de alcaldesa, ¿cómo vivirá Inmaculada Jiménez la Feria de Tomelloso?

-El papel de alcaldesa lo absorbe casi todo en una feria y resulta complicado disfrutarla como un ciudadano más. Intentaré disfrutar con lo más grande que tengo en la vida que son mis hijos. Ellos verán la feria por primera vez y tengo ganas de que descubran las luces, las atracciones, incluso la pólvora. Aprovecho la oportunidad que me brinda La Voz para animar a disfrutar de la feria como cada uno quiera hacerlo, pero con mucha responsabilidad. Se han tomado muchas medidas de seguridad: cámaras de control de aforo, vigilancia, policía, protección civil, un recinto más ampliado…pero todas tendrán sentido si cada uno cumplimos las recomendaciones sanitarias.