Daniel Cuadrado es el nuevo responsable de la Agrupación de Protección Civil en Tomelloso. Le cede el testigo Isabel Blanch, que ha puesto muestra con una inmensa labor y marca el camino a seguir por su sucesor. Con ideas claras, ganas de trabajar y una gran vocación de servicio a la sociedad, Cuadrado expone sus planteamientos en esta entrevista que los periodistas de La Voz le han realizado en la sede de la Agrupación. 

-¿Cómo se ha producido su nombramiento como jefe de Protección Civil en Tomelloso?

-Yo estaba de segundo, de subjefe y ahora me han encargado ser la cabeza visible. Mi compañero José Daniel Martínez ha ascendido a subjefe y en realidad la Agrupación la llevaremos entre los dos. Isabel sigue con nosotros como voluntaria y la llamamos prácticamente todos los  días para resolver cualquier duda que tengamos. Esto significa que aunque haya cambiado el máximo responsable, la Agrupación mantendrá la misma línea de trabajo.

-¿Cuántos voluntarios acoge la Agrupación actualmente?

-Estamos veintiuno. Nos gustaría  incorporar más gente, unos diez o doce más, para superar el número de treinta y poder atender de mejor manera el volumen de servicios que se prestan en una  ciudad de la envergadura de Tomelloso. Los fines de semana suele haber mucha actividad y surgen también algunas emergencias, con lo cual nos quedamos cortos de voluntarios. Sin ir más lejos, durante las pasadas Navidades hemos tenido dificultades a la hora de hacer los cuadrantes y rotar a la gente. 

-La Agrupación de Protección Civil en Tomelloso es todavía joven, ¿quizá sea este el motivo de que cueste captar voluntarios?

-La Agrupación tiene cuatro años y mucha gente no la conoce, no se sabe exactamente las funciones que tiene y su alcance. Por esta razón queremos promocionarla haciendo prácticas en la calle, jornadas de puertas abiertas o a través de vídeos y en las redes sociales. Esperamos ir creciendo poco a poco, sobre todo con gente joven. Nosotros hemos incorporado a gente que se prepara su ingreso en la Guardia Civil o en Emergencias y su paso por la Agrupación le sirve de puente y aprendizaje. 

-¿Qué destacaría de su antecesora en el cargo, Isabel Blanch?

-Muchas cosas. Isabel es una persona tan completa que no podría concretar un rasgo suyo por encima de otro. Se ha implicado muchísimo y la Agrupación ha tirado para delante gracias a ella. Se ha preocupado de que vayamos teniendo más material, de llevar los inventarios al día y otra mucha documentación. Cuida los detalles de cada servicio de una forma admirable. Además, es carismática, sabe estar al mando y organizar a la gente. Sin duda, Isabel es el espejo en el que nos miramos todos.

-En su nuevo rol de jefe ¿qué objetivos y retos se plantea?

-En principio vamos a continuar la línea que hemos ido desarrollando Isabel y yo.  El objetivo es que la Agrupación crezca, tanto en personal como en medios materiales. También queremos realizar prácticas en la  calle, al estilo de las que hemos  hecho en el recinto ferial el pasado fin de semana sobre primeros auxilios. Está claro que nuestros voluntarios demandan formación para saber utilizar el material del que disponemos. Mi idea es trabajar mucho en la formación ya sea primeros auxilios o el modo de actuar en pequeños incendios y otras muchas cosas.

-¿Cómo está siendo la relación de la Agrupación con los cuerpos de Guardia Civil y Policía Local?

-La relación es buena, aunque los inicios fueron duros porque nos faltaba experiencia y dinámica de trabajo. Actualmente la relación es fluida, nos coordinamos muy bien y cada vez  que se celebra una carrera o cualquier otro acontecimiento en la calle nos reunimos previamente y la colaboración es muy estrecha, no ya solo con la Guardia Civil y la Policía Local, sino también con los bomberos. Como es lógico, ellos llevan la voz cantante en las intervenciones, nosotros somos un complemento.

-Y la sociedad tomellosera en su conjunto ¿cómo les ha acogido?

-La gente aprecia y reconoce nuestra labor. Durante la pandemia llevamos a cabo un servicio de reparto de mascarillas y recuerdo que los vecinos nos bajaban comida y bebida para que repusiéramos fuerzas. Lo mismo pasó en las inundaciones  que sufrimos en verano, cuando terminamos de sacar agua en una de las casas, los vecinos nos prepararon bocadillos. En general, nos tratan muy bien, aunque puede haber algún caso aislado en un preventivo de un  conductor que se enfada porque le cortas el paso. Pero esto es pura anécdota. Por lo general, la gente es muy agradecida y ese cariño de la gente es una de las cosas buenas que te llevas haciendo lo que hacemos.

-¿Se sienten especialmente orgullosos de alguna actuación que hayan desarrollado?

-Cuatro años han dado para mucho. De lo que yo he podido vivir, de lo que más orgulloso me siento es del trabajo que hicimos en la pandemia. Las primeras semanas fueron duras y llevamos alimentos y medicinas a personas que no podían salir de sus casas. Fuimos también a las residencias a llevar material de protección. Salir a la calle, ver que no había nadie, todo en silencio,  viendo aparecer los coches fúnebres o los de vehículos policiales fue muy impactante;  a nivel emocional pasó factura a la Agrupación, pero a la larga es gratificante sentir el apoyo que le estás dando a los vecinos de tu pueblo. Y luego hay otras muchas situaciones y anécdotas como  una señora mayor que me pidió que le cerrara la llave de paso del agua porque no tenía fuerzas.  La Agrupación está por y para el pueblo