Sonia Guijarro ha reconocido que el suicidio “es un tema tabú”, pero se ha mostrado partidaria de analizar un serio problema que afecta a personas de cualquier edad, “no solo adolescentes, aunque éstos son la población de más riesgo”. La conferenciante ha estructurado su charla en tres partes; ha hablado primero de la adolescencia, ha ofrecido después la evolución de las cifras de suicidios y finalmente ha planteado estrategias para evitar esta terrible decisión que toman algunas personas “no porque se quieran morir, sino porque pretenden dejar de sufrir”.

Así, se ha preguntado si la adolescencia es realmente la mejor etapa de la vida indicando que “que es un momento enel que llegan muchas responsabilidades y presiones, que unida a la inmadurez e inexperiencia, puede conducir a situaciones de angustia, soledad y frustración a muchos jovenes”.

Las cifras que ha ofrecido Guijarro son concluyentes: en el 2021 se suicidaron en España 338 personas menores de 29 años y solo en el primer trimestre del 2022 se suicidaron dos mil personas, un cinco por ciento más que en el mismo periodo del 2021. La franja de edad donde más se producen es la de los 50-54 años,  mientras que las cifras de suicidio juvenil se han incrementado un 18 por ciento desde el año 2018”.

¿Qué podemos hacer?

La psicóloga  ha explicado lo que es el Modelo de Riesgo Acumulado donde se toman en cuenta las experiencias tempranas adversas, la suma de estresores y el evento detonante y acto seguido ha planteado estrategias para prevenir el suicidio. Ha considerado fundamental “hablar, pero no de cualquier manera, sabiendo escuchar” y ha desmontado numerosos mitos sobre el fenómeno. “No es cierto que el suicidio sea una manera de llamar la atención, ni que no se pueda prevenir”.

Entre los factores de riesgo ha citado el hecho de que exista un intento de suicidio previo, caer en una depresión, el consumo de sustancias tóxicas, familias desestructuradas, aislamiento social, marginación, problemas académicos o maltrato físico o psicológico. Sonia Guijarro ha recomendado a los medios de comunicación que muestren especial cuidado a la hora de hablar del tema.

“Si a los factores de riego aludidos anteriormente le añadimos las señales de alerta, el riesgo de suicidio es inminente”, ha subrayado la conferenciante. Como ejemplo de estas señales ha puesto los conceptos negativos sobre sí mismo, despedidas, buscar modos de matarse, hablar sobre la muerte o sentimientos de querer morir o experimeentar bruscos cambios de humor, entre otros.

Como soluciones y modos de prevención ha considerado fundamental el respaldo familiar, conseguir que una persona se sienta querida y eleve su autoestima, contar con buenas habilidades sociales y de comunicación, el sentimiento de pertenencia, dialogar con adultos o personas de confianza, recabar sin complejos la ayuda de un médico, comer de modo saludable, mantener un horario de sueño regular y pasar tiempo en compañía de familiares y amigos.