El tirador tomellosero participó en la modalidad de “Miguelete”, un tipo de arma que se utilizó en la Guerra de la Independencia y también en kuchenreuter, un arma alemana del siglo XVIII. Parra explica que las armas históricas son todas de avancarga de los siglos XVIII y XIX. Pero al margen de las armas con las que dispare, Parra sigue otorgando gran importancia al aspecto anímico o sicológico y pone como ejemplo lo que le ocurrió en este último campeonato. “En este campeonato de España he conseguido una de mis puntuaciones más altas. En la primera diana hice seis dieces y en la segunda arranqué con otro diez, luego hice un nueve y otro diez, que me daban 98 puntos, pero luego tuve un bajó con cuatro ochos seguidos y no pude conseguir los cien puntos, me quedé en 97 puntos y el record nacional está en 98. Está claro que en una tirada hay que mantener el buen tono de principio a fin”. 

Parra pone en valor las dificultades que conlleva un deporte de máxima precisión, donde cualquier fallo de concentración en décimas de segundo tira por la borda todo lo bien que hayas podido estar antes, además de la dificultad del manejo de unas armas que pesan y que no pueden apoyar en ningún sitio. 

Parra afrontará el próximo mes de julio el campeonato de veteranos de pistola deportiva en Oviedo. A priori no cree que pueda estar entre los mejores, “puesto que no es mi especialidad” pero con Alejandro Parra todo es posible.