Estoy contentísimo y agradecido por la oportunidad que me ha brindado el club”, reconocía Álvaro mientras subrayaba que “es la primera vez que salgo de casa y tengo cierto nervios, pero me puede la ilusión y las ganas de afrontar esta nueva etapa”. Cuestionado por cómo se fraguó su fichaje, el extremo murciano comentaba que “mi representante me habló del interés y de la oferta del Atlético Tomelloso y, pensándolo bien, me decanté rápidamente y deseché las demás opciones”. Y es que reconocía que “me gusta mucho el proyecto mucho y creo que es una de las oportunidades de mi vida”.

Por otro lado, “sé por mi compañero y amigo Iván Zaragoza que hay un gran ambiente de fútbol y que Tomelloso es una ciudad grande y con vida pero, sobre todo, es que me llamó mucho la atención el proyecto y lo grande del club a pesar de su corta historia de vida”. Otro de los grandes culpables fue el mister tal y como lo indicaba el propio Álvaro. “Darío fue el que más apostó por mí y su interés fue clave para firmar”. Y siguiendo con los motivos, sin lugar a dudas, “el estar dado de alta ha sido otro de los motivos de peso. Y es que, desgraciadamente, un club que haga las cosas bien hay muy pocos. Por eso, lo considero un privilegio”.

En definitiva, Álvaro se alegraba mucho porque “vengo de un club serio y disciplinado y voy a otro igual de serio y disciplinado”.