En la planta baja de La Posada se muestran 36 bicicletas, cada una de ellas con su particular historia. Florencio Sevilla, de Re-cycles, nos aporta datos curiosos sobre cada una de ellas. En un destacado lugar  de la planta baja de La Posada se han colocado las bicicletas que sirvieron para distintos oficios: agricultor, lechero, guarda rural, Policía, Guardia Civil, Cartero, sifonero….todas muy bien conservadas y con los complementos que distinguían cada profesión. Llama la atención las bicicletas que usaban los estraperlistas, con el porta grande y la rueda de atrás de mayor grosor para andar por aquellos tortuosos caminos por donde traían la mercancía. Otra bici llegó procedente de la Bodega de Casajuana y por este motivo el restaurador  ha puesto su nombre en el cuadro Las marcas también son variadas y de distintas épocas; BH, Orbea, Iberia, Supervil, G.A.C, Goels….

“La  bicicleta ha sido nuestro medio de transporte por excelencia”, asegura Sevilla y no le falta razón a un hombre que ha ido viendo su importancia y evolución. “Tenemos una colección que supera el centenar y no las vendemos. Restaurar bicicletas es un proceso muy laborioso. Muchas veces las bicis llegan en precarias condiciones y hay que buscar piezas y trabajar muco hasta que están terminadas”. De hecho, cuando hacemos este reportaje una mujer pregunta si las bicicletas están en venta, y la respuesta es tajante, no. Uno de los aspectos más curiosos de la exposición es que se pueden ver fotografías de algunas de las bicicletas expuestas antes de su restauración.

Al fondo aparecen dos velocípedos, aquellos de una rueda enorme y otra pequeña, que nos llevan a épocas pasadas, vemos bicicletas con frenos de varilla y unas bicicletas de carrera, de los años 1.910, 1914 y 1.920, es decir, bicicletas de hace más de un siglo. También hay bicicletas de niños, algunas de hace más de cuarenta años y justo al lado aparecen unas originales bicicletas de madera, una de ellas del año 1.817.

La exposición también muestra piezas y complementos de las bicicletas: además de sillines y las míticas zapatillas francesas de ciclista que vendía José Moreno.  En otra vitrina se expone una colección de matrículas.

Un recorte de prensa que hay en una de las paredes nos instruye y nos dice que la bicicleta fue un invento alemán de hace más de doscientos años. Mucho tiempo ha transcurrido desde entonces, pero la bicicleta jamás ha perdido su vigencia como medio de transporte rápido, barato y no contaminante. Si ustedes deciden visitar esa magnífica exposición, todavía tienen una semana por delante para hacerlo, seguro que se animan a dar pedales.