Muchos bodegones, paisajes, retratos, escenas de denuncia social…una variedad de temas que enriquecen una formidable exposición antológica. El concejal de Cultura, Raúl Zatón, destaca el curriculum de un pintor  que ha estado en los grandes concursos y centros del arte de este país. “Es un privilegio disfrutar de su pintura en La Posada, una pintura que mezcla lo abstracto con el realismo y donde nos ofrece sus mejores obras para que las disfrutemos. Esperamos que venga mucha gente porque merece la pena”.   

El pintor asegura que el carácter antológico de la exposición “no quiere decir nada. Aquí hay varios temas y estilos y lo único que quiero resaltar es una figuración expresionista, sin ninguna pretensión, más bien sencilla y con variedad de temas, desde la religión a la denuncia social pasando también por otras cosas más amables como bodegones, paisajes, retratos…”. Monserrat tiene claro que “lo desagradable no se vende, no es comercial. A la gente le gusta más lo bonito, cosas que no le causen conflictos o traumas. De ahí que aparezcan bodegones y paisajes, pero yo me siento mucho más a gusto en la denuncia social, pero insisto, esto vende muy poco”.

En cualquier caso, el pintor reafirmó su personalidad de no dejarse influir por los gustos del público. “Hago muchas cosas para mí, que no son para vender, que hago un poco para aplacar mi conciencia”.

Ya sea en oleos sobre tabla o lienzo, Pedro Monserrat, muestra esos cuadros llenos de luz y fuerza expresiva que podrán verse en La Posada hasta el 10 de noviembre. Como dice del artista, el técnico de museos y licenciado en Bellas Artes, Mingo G.Burrul, “y tanto en las pinturas en las que refleja lo que le apena de la vida como en las que nos desvela que en el fondo es feliz, muy feliz, lo que hace con una impresionante calidad técnica”.