Enamorado de los paisajes de las tierras manchegas que le rodean, su luz y su cultura, Yukihiro Abe trata de plasmarlos en su obra, probando siempre nuevas técnicas y materiales que puedan ayudarle a reflejar su forma de La Mancha. Según ha explicado los cuadros son grabados que elabora utilizando el pvc y con un doble prensado. La plancha original es metálica. En cuanto a los temas, Yukihiro Abe se inclina por los tejados, las iglesias, bodegones y sobre todo la luz, esa luz de la Mancha que le fascina y con la que juega en su obra. Son 45 cuadros, presentado en series de dos,  tres, cuatro y también individualmente.

Alrededor de 1980, el a artista viajaba desde su Iwaki natal, en Japón, hasta España. Hoy, tras algo más de treinta y tres años y salvo cuando vuelve temporalmente a Iwaki o a Tokyo para preparar una exposición, tiene su residencia en La Mancha, en un pequeño estudio en el que trabaja sin descanso todos los días, desde que sale el sol hasta que se pone, administrando su jornada de manera similar a un artesano, aunque en el fondo sigue siendo todo un pintor de caballete y un artista multidisciplinar.

Yukihiro Abe, nacido en Iwaki (prefectura de Fukushima, Japón) en 1951, es miembro de la Asociación Internacional de Artistas, ha expuesto en numerosas galerías públicas y privadas de Japón, Francia y España y ha logrado importantes premios, entre ellos el segundo y tercero en la Exposición pública de Tokio en 1969 y el segundo premio en la Exposición Pública Showakaiten, también en Tokio. Su obra está en colecciones y museos como el Museo de Arte de su ciudad natal, el Museo Kasama Nichido (Ibaraki, Japón) y en la Tokyo Statio Gallery.