A poco más de cien días
para las elecciones municipales, la alcaldesa Inmaculada Jiménez apura la
cuenta atrás de un mandato, que en su último tramo viene marcado por las obras
de la Plaza de España. Sin embargo, en la gestión del Ayuntamiento son muchos los
temas y asuntos que conviene analizar
con la alcaldesa que nos ha vuelto a recibir en su despacho del Ayuntamiento.
La claridad del sol de mediodía inunda la estancia y de fondo se oye el
traqueteo de las obras de la Plaza. Tomamos asiento en torno a una mesa de
cristal en la que tras unos minutos de conversación informal, la entrevista
empieza a tomar cuerpo.
-Faltan 108 días para las elecciones, ¿qué
sensaciones tiene acerca de lo que pueda pasar?
-Todavía no me he parado
a pensar mucho en las elecciones municipales. El día a día absorbe mucho, los
proyectos tienen que avanzar, hay que resolver problemas y Tomelloso tiene que
seguir hacia delante. Es cierto que las elecciones se aproximan y tengo la
sensación de lo rápido que ha transcurrido este mandato. Cuando trabajas al
máximo, el tiempo corre mucho más deprisa, señal inequívoca de que hemos estado
muy ocupados en nuestro quehacer diario.
-Debe ser motivo de orgullo que su partido vuelva
a confiar en usted para encabezar la lista, ¿le genera esto mucha
responsabilidad?
-Fui secretaria general
del Partido Socialista de Tomelloso en el 2007 en una situación muy complicada.
Hubo que trabajar dura e intensamente y en aquella labor me acompañaron gente
que ahora son concejales como Fran, Iván, José Ángel, Raúl Zatón, que eran
compañeros muy próximos , con lo que tuve que afrontar una larga travesía del
desierto en la oposición. Agradezco el respaldo que los compañeros me brindaron
en el 2015 y también ahora. Hemos demostrado que estábamos preparados para dirigir
el Ayuntamiento y conseguir que la ciudad experimentara un cambio importante.
Cuatro años después sigo teniendo la misma visión; me presento a la alcaldía de
Tomelloso con responsabilidad, compromiso, ideas y la misma ilusión que en el
2015. Ahora serán los ciudadanos los que decidan.
-Posiblemente serán seis las formaciones que
concurran lo que hará difícil obtener mayorías absolutas y habrá que pactar…
-Creo que el hecho de que
los ciudadanos tengan delante tantas opciones de elección es un ejercicio muy
sano de democracia. Sabemos que en las municipales se vota mucho a las
personas, no ocurre lo que en unas autonómicas o en unas generales donde las
siglas de los partidos pesan mucho más. En cualquier caso, sabemos que de un
tiempo a esta parte los escenarios políticos han cambiado y el bipartidismo
fracasó con la irrupción de nuevas fuerzas, lo cual no es malo. Lo vimos ya en
el 2015 con el resultado que se produjo en Tomelloso que ha obligado a
desarrollar una labor de gobierno con mucho diálogo y talante negociador.
Incluso ofrecimos a un concejal de otro partido, Álvaro Rubio, formar parte del
Equipo de Gobierno con la concejalía de Agricultura y lo ha hecho muy bien, y
al mismo tiempo tenemos a todos los partidos en la Junta de Gobierno. Lo que
está claro es que van a ser unas elecciones muy interesantes.
-¿Qué aspectos destacaría de su gestión al frente
del Ayuntamiento, considera que el Tomelloso del 2019 es mejor que el que usted
se encontró en mayo de 2015?
- Se han hecho muchas cosas,
un trabajo tremendo que me lleva a decir que el grado de cumplimiento de
nuestro programa está en torno a un 85 por ciento, más o menos. Todavía quedan
cosas por hacer. Pero destaco la transparencia, con un Ayuntamiento abierto al
pueblo, que se haya devuelto la voz al público en los plenos. La gestión
económica también ha sido algo a destacar por mucho que haya quien se empeñe en
mentir y confundir. Cuando yo entré como alcaldesa me encontré con 15 millones
de euros de deuda, de los que 6 eran a corto plazo. Pues bien, al día de hoy la
deuda es cero. Por otro lado, urbanísticamente la ciudad ha experimentado unos
cambios muy importantes, con remodelación de grandes avenidas, el arreglo de
numerosas calles del centro, más parques, asfalto de calles, iluminación más
eficiente, que ha pasado del 4 por ciento a casi el 60 por ciento, inversiones
muy importantes en instalaciones deportivas como el Paco Gálvez y los
pabellones o lo que hemos hecho en Servicios Sociales ayudando a las personas
que más dificultades tienen con ayudas sociales y unos planes de empleo, que
aunque no son la solución, nos han permitido dar trabajo a más de trescientas
personas al año.
-Desde el inicio surgieron algunos imprevistos
relacionados con el agua como la avería de toma flotante y el problema de las
algas, ¿considera que se resolvieron bien?
-En esta ciudad casi
nunca se ha hablado de agua, pero la primera noticia que me dieron como
alcaldesa es que si no arreglábamos la toma flotante, teníamos agua solo para
cuarenta días. Eso era muy complicado. Ahora vamos a hacer gran inversión en un
nuevo sistema de filtrado que preparará la Estación para que se una futura
potabilizadora de agua. Esto ni se había hecho, ni tan siquiera se había
planteado antes. El otro día un vecino me decía que ni siquiera teníamos
señalización en las calles. La gente que venía de fuera no sabía como dirigirse
a determinados lugares, pero ahora te encuentras señalización en las calles y
ves como Tomelloso se está convirtiendo en la ciudad que antes no era.
-Ha tenido dificultades importantes a la hora de
plantear peticiones y demandas ante otras administraciones, ¿no es así?
-Sí, está claro. Nunca me
esconderé detrás de unas siglas o en este despacho como ya ocurrió en épocas
anteriores en los que el pueblo salió a la calle y algunos de sus dirigentes
políticos no le acompañaron. Lo he dicho siempre, ante todo soy tomellosera y
son mis paisanos los que me han dado la oportunidad de representarles, por
tanto, la bandera de mi ciudad siempre estará por delante de la de mi partido.
No me duelen prendas en reclamar cualquier cosa al Gobierno regional, o alguna
reivindicación histórica que tenga que
plantear al Gobierno de España; lo primero será siempre Tomelloso,
independientemente de quien gobierne. Cuando se menosprecie a Tomelloso, nadie
me pillara aplaudiendo. Cuando semanas atrás, Page se reunió con el ministro de
Fomento, dije bien claro que no entendía que no se hubiese hablado de Tomelloso.
Afortunadamente, en la agenda ya tengo visitas a varios ministerios para llevar
las reivindicaciones de nuestra ciudad.
-En la gestión económica, un Ayuntamiento se mueve
entre dos frentes: hay que administrar bien, pero sin dejar de invertir y hacer
cosas. La oposición considera que no se debe presumir excesivamente de
superávit, ¿cómo analiza esta disyuntiva?
-Algunos dirigentes de la
oposición se encuentran en plena campaña política y se dedican a mentir y
confundir a los ciudadanos para sacar un puñado de votos. Todos los ejercicios
los hemos cerrado con superávit, simplemente, porque los ingresos son superiores
a los gastos. El superávit que hemos obtenido lo hemos invertido en la ciudad.
El primer año pagamos la toma flotante y la rotonda de la Estación de
Autobuses, hemos invertido en la Avenida de Juan Carlos I, en el parque de San
Antonio, en el Estadio Paco Gálvez, un millón y medio en la estación de
filtrado, en varias operaciones asfalto, es decir, hemos ido haciendo
inversiones y también pagando deuda. Al fin y al cabo la gestión de un
Ayuntamiento es parecida a la de una casa, cuando uno debe tiene que pagar.
-¿Han subido los impuestos en la última
legislatura?
-Rotundamente, no. Los
datos están ahí. Cuando entramos a gobernar nos encontramos una orden del
Ministerio para llevar a cabo una revisión catastral. Esa orden no la firmé yo,
fue el alcalde anterior quien solicitó esa revisión que, por otro lado, es
justa y deben hacerse cada cierto tiempo. Se hizo esa revisión, pero el IBI no
ha subido en Tomelloso. Reto a cualquier vecino que me traiga los recibos de
los últimos tres años y se verá claramente que el Impuesto de Bienes Inmuebles
ha bajado. El impuesto le ha subido a gente que no estaba regularizada, es
decir, un vecino que tenía, por ejemplo, una casa de dos plantas y todavía
seguía pagando como un solar, lo cual no era justo. Pero el recibo ha bajado en
los últimos tres años. Por tanto, no ha habido subida de impuestos, sino una
revisión catastral que entiendo que es justa.
-Dijo que no estaría más de ocho años como
alcaldesa, ¿considera que es tiempo suficiente para desarrollar un proyecto
político en una ciudad como Tomelloso?
-Cuando tienes ganas e
ideas, siempre van surgiendo nuevas cosas. Le suelo decir a la gente que no
gobernamos a golpe de ocurrencia. Desde todas las áreas se ha trazado un plan
en el que tenemos muy claro lo que queremos para esta ciudad. Está claro que ese periodo será corto porque a
esta ciudad le hacen falta muchas cosas, siento que nos hemos quedado atrás en
muchas cuestiones, aunque en estos tres años y medio hemos empezado a ver la
luz en muchas cosas. Pero al mismo tiempo creo que las responsabilidades que se
puedan tener en un determinado cargo político no deben durar más de ocho años,
no hay que aferrarse a los sillones. Aunque la política no acaba nunca, hay que
limitar los mandatos en el tiempo.
- La última pregunta es sobre la remodelación de
la plaza, un proyecto que el que, a
priori, se arriesga mucho, ¿cómo cree que lo puede encajar la ciudadanía?
-Cuando llegué a este
despacho por primera vez, pensé que no había venido aquí a cruzarme de brazos.
Mucha gente me ha dicho que es muy aventurado empezar una obra de la
envergadura de la plaza a cuatro meses de las elecciones, pero a esas personas
les contesto que no tengo miedo. Para mí lo más cómodo es no hacer nada, dejar
pasar el tiempo y las cosas como están, pero había que afrontar proyectos
importantes para la ciudad. Las obras provocan trastornos y molestias, eso está
claro, pero repito que no he venido a quedarme cruzada de brazos, he venido a
trabajar desde el primer día hasta el último. Tengo la conciencia tranquila y
siempre quiero más para la ciudad.
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Sábado, 4 de Mayo del 2024
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