Carmen Perales y Jesús cuentan que “el proyecto se fraguó en una de nuestras visitas a la tienda para comprar algo. Fausti nos lo ofreció y como es lógico lo pensamos mucho. Pero al final llegamos a un acuerdo. Además, Carmen solo trabajaba seis meses al año y le venía bien. También nos animó el hecho de estar al frente de nuestro propio proyecto, trabajar para uno mismo”.

Tomada la decisión se pusieron manos a la obra para poner en marcha el negocio. “Nos pusimos a buscar un local que fuera céntrico, que no estuviera demasiado lejos de la tienda anterior, y al final lo conseguimos.  Tanto es así que algunas de las cosas que trajimos desde allí, las trajimos a mano. También gestionamos bien la licencia de apertura y todo lo que la administración exige con la puesta en marcha en marcha de un negocio”. Los nuevos propietarios de La Lira elogian la buena disposición que ha mostrado Fausti Moreno en este traspaso. “Sigue viniendo cuando puede a echarnos una mano, nos ayuda mucho y seguro que nos tendrá que seguir ayudando en el futuro”.

Tras muchos preparativos la tienda abrió sus puertas en abril. “La verdad es que estamos muy contento con la respuesta  del público. Sabemos que no es fácil porque la competencia de la venta on line está ahí, pero estamos en un buen sitio y damos servicio no solo a Tomelloso, sino también a otras poblaciones de la comarca y pueblos cercanos como Alcázar, La Solana, Ossa de Montiel, entre otros. Al fin y al cabo, disponemos de un amplio abanico de posibilidades con las bandas, conservatorios, las escuela de música, grupos de gente joven. Hoy se estudia mucha más música que antes, empezando por los propios colegios”.

 Precioso, pero complejo al mismo tiempo, el mundo de la música. Carmen y Jesús tienen que estar preparados para afrontar las situaciones más variopintas con los clientes. “Es tremendo, desde el repuesto de un clarinete, una batería o una guitarra hasta una cuerda, unas clavijas, una púa, un cable de sonido, un micrófono…Son muchas las referencias que existen, las cornetas en si, las cornetas en do, según el tono que toques o el tipo de música que vayas a tocar. Luego está todo el tema de libros y métodos y, por supuesto, la reparación de instrumentos, que también nos proporciona un trabajo importante. Por este motivo tenemos lutieres para dar este servicio a los clientes”.

No creen que el mundo de la música sea tan caro como alguna gente cree. “Hay un poco de todo. Puedes encontrar una guitarra desde 50 euros hasta lo que quieras y con otros instrumentos sucede igual. Cada uno va buscando lo que mejor se adapte a sus circunstancias. Evidentemente, la calidad hay que pagarla”.