Más de cien personas, entre socios de la peña, simpatizantes atléticos y miembros de otras peñas como la de Almuradiel pasaron por cocinilla de los hermanos Martínez Carretero que, un año más,  la cedieron amablemente a la peña. Loren y María Eugenia fueron, como siempre, unos amables anfitriones que se deshicieron en atenciones con todo el mundo. Por allí se pasaron también los concejales del Grupo Popular, Javier Navarro y Cristóbal Moraga.  

Marcelino Pérez, acompañado de su mujer, llegó a mediodía y tras los aperitivos, vinos y cervezas, los socios dieron buena cuenta de una exquisita paella que cocinó Nati Rodríguez, con la ayuda de Santi Izquierdo y algún pinche más. Los cocineros sirvieron más de un centenar de raciones. Por la mañana, Luismi volvió a demostrar su arte y destreza con las gachas y también por la noche en un asado que terminó por completar un buen día gastronómico. La peña lució todas sus pancartas para dar ambiente y colorido a la comida.

Para los postres se sirvió la tarta. En una de ellas se podía leer “Grande, Marcelino”, el primer corte lo hicieron al alimón, el futbolista invitado, el presidente de peña, Antonio Treviño y la incombustible tesorera, Tere Moreno.  Los tres brindaron por la peña y por los éxitos del club de sus amores. Buen ambiente, muchas conversaciones futboleras y emoción en un sorteo con muchos  regalos, entre ellos, dos entradas para el próximo Atlético de Madrid-Sevilla al que viajará la peña. También un jamón que le tocó a la socia Rosa Cañas, pero por encima de todo la ilusión de ver a tantos atléticos unidos, rojiblancos de varias generaciones que pasaron un inolvidable día. Hoy Marcelino Pérez y su esposa han visitado la cueva de Bodegas Verum,  en el mejor broche que podía tener su estancia en Tomelloso, una ciudad a la que ambos le tienen mucho cariño.