Los dos triples de inicio que han convertido Chicho y Gaspar era el preludio del magnífico porcentaje de los locales en esta suerte y que ha sido uno de los factores determinantes para ganar el partido con tanta holgura y autoridad. También han sido muy buenas las transiciones, eligiendo muy bien las esquinas  para ir golpeando a un rival que ha tenido dificultades en sus primeros ataques. El Atlético ha conseguido  una ventaja de trece, 25-12, en los primeros cinco minutos del partido , aunque luego los visitantes han recortado para poner el 31-22 al final del primer cuarto.

La mejor versión de La Roda ha sido en el segundo cuarto.  Del equipo han tirado unos magníficos Álvaro y Boyero, que han echado de menos  a Mije, jugador de centímetros y envergadura que no ha podido jugar por lesión. Los rodenses se han puesto a tres, 32-29, y al descanso se ha llegado con un 48-42 que dejaba el duelo muy a abierto.

Pero  el Atlético Tomelloso ha dinamitado el partido en un espléndido tercer cuarto en el que La Roda ha tardado cerca de cinco minutos en anotar. Eso habla del gran trabajo defensivo del Atlético. Y en ataque han seguido causando estragos las muñecas de Pablo García, Carlos López  y Gaspar, además de  la fortaleza en el juego interior de Javi Blanco y Jorge Ruiz para poner un 60-44  que empezaba a decantar el partido. Al final del cuarto, el 72-51 significaba avistar ya la tierra prometida de la final. El parcial de 24-9 de este cuarto había sido demoledor para regocijo de un público magnífico que ha llevado en volandas a los suyos en el pabellón San José.

Aunque se sabía perdedor, ha seguido peleando con dignidad La Roda hasta el final con un parcial mucho más ajustado de 16-13 que ha desembocado en el definitivo 88-64. Triunfo justo, trabajado y hasta brillante de un Atlético Tomelloso que puede mirar esa final a cuatro de dentro de dos semanas con mucho optimismo. El partido ha tenido un sabor especial para Ramón Sánchez que ha anunciado su retirada y sus compañeros lo han manteado al final del encuentro. Pero el homenaje que se le tribute a este jugador puede ser todavía mucho mayor.

Su nombre asoma con justicia en esta crónica, como también los de Alfonso, vaya final de temporada que ha hecho; Bonillo, que tiene todavía mucho margen de mejora; Rafa Román, solvente hombre de equipos; Ramos, que también ha impuesto su ley bajo el tablero y Jaime, ilustre veterano con la fuerza e ilusión del primer día. Demasiados argumentos buenos para que hoy no se fallara.