Tanto para el viñedo provincial como para el de Castilla-La Mancha se prevén unos resultados a la baja, con un descenso del 30% de la producción de vino y mosto en relación al pasado año.

Las estimaciones de organizaciones agrarias y cooperativas apuntan a entre 20 y 21 millones de hectolitros en la región, frente a la cosecha de 29 millones del año precedente.

Respecto a los precios de la uva, apuntan a que desconocen las cotizaciones, que podrían ser similares a las del año pasado, aunque las grandes pagarán en función de la calidad, es decir, además del grado, valorarán otros parámetros, como lo hacen desde hace años, como la acidez –PH-, el potasio o el glucónico.

La cooperativa Virgen de las Viñas de Tomelloso, la entidad vinícola mayor de Europa, abrirá sus puertas la próxima semana, ha informado su presidente, Rafael Torres, para acoger la uva de variedades más tempranas como la chardonnay y sauvignon blanc, aunque hasta el 26 no se generalizará la vendimia.

Torres estima que después de una cosecha record como la de 2018, con más de 300 millones de kilos uva y 240 millones de litros de vino, este año y según los muestreos iniciales, podría descender la producción entre un 20 y un 30%.

Respecto al estado de la uva, “hasta la fecha apunta bien”, tras los preceptivos tratamientos de enfermedades puntuales.

Por su parte, el enlace de campaña en Virgen de las Viñas lo harán con parte de sus existencias vendidas pero no retiradas, por lo que la capacidad para guardar la nueva mercancía estará al límite.

Sobre los avances en su planta, ha comentado que ha culminado la obra civil de la nueva línea de embotellado, a falta de terminar la instalación de la maquinaria, que estará lista a finales de año y dispuesta para embotellar 15.000 botellas a la hora.