Hoy tengo que contar algo más grato y no tan desgarrador, hemos
visitado a nuestro socio local en Ramallah, Izzat Zeidan, y su proyecto en
BeitLiqya no muy lejos de la capital de Palestina. En las oficinas de la
asociación hemos estado un largo rato porque nos ha tratado de explicar la situación
de los agricultores de la zona que ya es dura de por si, ahora hay que sumar el
perjuicio que supone el famoso muro, que no solo los aísla de Israel si no que les impide trabajar sus propias
tierras que están al otro lado del muro. Para atravesarlo hay que pasar por los
controles, lo que era entes del muro un desplazamiento de un par de kilómetros hoy supone un desplazamiento de 20 kilómetros
por la vuelta que tienen que dar para pasar por esos controles. Esto por un
lado, por el otro para pasar el muro tienen que solicitar unos permisos que se
dan de forma aleatoria sin la consideración de que sea tiempo de siembra,
cultivos etc, también le pueden dar en el mejorr de los casos un permiso con
hora de entrada y salida en el mismo día con hora de entrada a las 09H de la
mañana y hora de salida a las 13H del mediodía. Todos los que conocemos las
labores del campo y los que no las conocen se lo pueden imaginar, esto supone no sembrar en su momento, no recolectar en su momento y hacer poco
viable la productividad de los campos ya de por si bastante yermos. Otra
circunstancia que se añade, es que si dejan de trabajar las tierras las pierden
en el momento que las dejan de usar y no tienen permisos para venderlas y
comprar otras a este lado del muro. Esta situación produjo una merma de los
recursos muy importantes en las zonas agrícolas.
Se solicitó ayuda a
Manos Unidas para estas familias y aprovechando el objetivo para el fomento de
la mujer, Manos Unidas aceptó un proyecto para el empoderamiento de la mujer
preparando unas pequeñas parcelas y unos sistemas de riego eficientes. Esto
supone que las mujeres pueden tener unos recursos con sus huertos y
desarrollarse como empresarias con productos que pueden usar en las casas para
consumo propio y comercializar los excedentes a través de una cooperativa. Esta situación a cambiado tanto la zona que
desde que se empezó a trabajar se ha conseguido que la mujer se realice a sí
misma sin la presión anterior de los maridos, mejorar la calidad de vida de la
familia, y a tal punto de desarrollo de la mujer ha llegado que una de ellas se
presentó a las elecciones locales y hoy en día BeitLiqya de unos 12.000 habitantes tiene una
joven alcaldesa, ilusión de mujeres y aceptada por los hombres.
El de día de hoy nos ha llevado a conocer a quién quiero
llamar por preservar su verdadera identidad la Agricultura Coraje, esta mujer
aparte de llevar el huerto y la casa se ha visto con la preparación que recibió
con la ayuda de Manos Unidas, y el ánimo, de preparar sus propias semillas y
enseñar a otras mujeres ha hacerlo y así ahorrar los costes de la compra de
semillas que al no ser autóctonas no terminaban de ir bien. También ha
descubierto que utilizando abonos naturales los productos saben mejor, ahora
consiguen mejores productos, ahorro de
agua, aumento de calidad e ingresos. Ha sido muy emotivo ver con qué entusiasmo
nos contaba su evolución y ver cómo contagia al resto de mujeres este ánimo.
No entiendo porque en todo el mundo nos empeñamos en
encasillar a hombres y mujeres en roles establecidos, cuando tanto hombres como
mujeres tienen la oportunidad de hacer lo que les gusta y respetando a los
demás, todo y en todos sitios las cosas funcionarían mejor.
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Martes, 23 de Abril del 2024
Miércoles, 24 de Abril del 2024
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