Meses atrás, los familiares  pusieron a la venta la vivienda que cuenta con un solar de 750 metros que da a tres calles: Pintor Francisco Carretero, que es donde está su fachada principal, Doña Crisanta y La Parra. El inmueble se encontraba en ruinas, lo que llevó al Ayuntamiento  a no optar a su compra. De hecho, el actual concejal de Festejos, Raúl Zatón, argumentó cuando se supo que la familia vendía el inmueble que “básicamente la casa no tiene nada para recuperar porque está prácticamente hundida y adquirirla supondría invertir una importante partida económica no solo para su venta, sino también en su restauración”.  

El edil  aseguró entonces que “si no hubiéramos tenido el Museo Antonio López Torres, el Ayuntamiento se hubiera planteado su compra pero estando ya el museo con su exposición permanente no lo vimos necesario. Es una casa grande y antigua pero tampoco tiene nada en particular que la haga especial, tan solo que es donde nació Antonio López. La casa no era recuperable”.

Sin embargo, los familiares siempre han sostenido la versión de que el Ayuntamiento no ha demostrado mucho interés sobre el inmueble y que se podría haber planteado realizar algo similar al proyecto de la Casa del Gallego.