En la última entrega de Soleras de Tomelloso anunciamos que,
tras acabar con las salas de teatro y cine de Tomelloso, continuaríamos con los
de verano, comenzando con el Cine Plaza de Toros. Sin embargo, para poder dar
más información, vamos a iniciar esta serie desde su origen en nuestra ciudad.
En principio eran conocidos como teatros y cines al aire
libre. La primera vez que se proyectaron películas a la intemperie en Tomelloso
lo hizo el Ayuntamiento en la feria de
1914. Para ello, se compraron 10,5 metros de tela blanca como pantalla a
Jerónimo Belda y Hermanos. Para la instalación se le pagaron ocho pesetas a un
tal Don Emilio, más trescientas por las funciones dadas durante las fiestas.
También se gratificó a los componentes de la banda de música que animaron las
proyecciones con su música. Hemos de tener en cuenta que el cine, en principio,
era mudo.
El cinematógrafo se proyectaba en la Plaza y en la calle
Doña Crisanta, durante el verano y, sobre todo, en la feria. También existían locales como terrazas de cine
y teatro, el julio de 1907 el periódico local “El obrero de Tomelloso” informa
que el 7 de julio a la nueve de la noche se llevará a cabo una función de
teatro a cargo de los célebres autómatas Higón. La función fue en la Bodega
Campos, frente a La Glorieta. Un local que, años después, pasaría a llamarse “Cine
Avenida”, como veremos en próximas entregas.
El mismo rotativo vuelve a destacar en septiembre que está
siendo muy concurrido el magnífico cinematógrafo de la calle de la Feria. De
este establecimiento también hablaremos en próximas entregas.
Como hemos visto, los cines de verano de esa época no tenían
nombre y eran conocidos por el de la calle en la que se encontraban. El 1919 se
inaugura la terraza Álvarez, pero no es hasta 1940 cuando a éstas no comienzan a
ponerles nombre.
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Jueves, 28 de Marzo del 2024
Jueves, 28 de Marzo del 2024