Muchos son los hogares en cuyas mesas no falta un plato de cordero manchego en estas fechas navideñas. Son fiestas en las que las familias aumentan el consumo de un producto “saludable” y de “gran calidad”, y que celebran desde la Fundación Consejo Regulador de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Cordero Manchego.

Tras la Nochebuena y el día de Navidad, el director técnico del Consejo Regulador de esta IGP, Francisco Alfaro, confirma el cumplimiento de las estimaciones de comercialización, con un incremento de las ventas todavía sin cerrar, pero que podría rondar un 20% más respecto a las 6.000 canales vendidas en las mismas fechas del año pasado y superar las 7.000.

Las salidas se producen fundamentalmente al mercado nacional (a nivel internacional apenas tienen presencia pues exportan “algo” a Italia en Semana Santa, donde es tradicional), según ha explicado Alfaro a este diario digital, y “han ido bastante bien” al haber superado “a las de la Navidad de 2018”, sobre todo de cordero calificado recental (de menos de 4 meses ya destetado) de raza manchega.

Las potentes ventas de estos últimos días harán que la entidad cierre el presente año con la contabilización de unas 40.000 canales comercializadas, una reactivación que dejará atrás algunos balances negativos y superará en más del 30% a las 30.000 vendidas al cierre del pasado ejercicio.

“Con la reactivación del consumo que estamos registrando superaremos los 7.000 corderos con marca de calidad y terminaremos el año con alrededor de 40.000”, ha reiterado el mismo portavoz.

Las comunidades con mayor demanda de cordero manchego son Cataluña, Madrid y Valencia, además de algunos puntos de Castilla-La Mancha.

Frente a estos resultados, las salidas de cordero lechal (que no superan el mes y medio de vida y son alimentados fundamentalmente de leche) han caído ligeramente, debido a la competencia de las grandes cadenas de distribución que ponen a la venta a un precio mucho más barato carne procedente de otros países, principalmente Italia, y también Grecia.

En este caso, el lechal castellano-manchego se ha pagado a 12 euros el kilo, frente a los 7,50 euros del italiano.

Alfaro ha recordado que desde el Consejo Regulador están tramitando la inclusión del cordero lechal en el pliego de condiciones para que sea amparado y pueda formar parte de las campañas de promoción de una carne “fresca y natural” y que sean identificadas con sellos con la mención ‘Cordero Manchego’, seguida de un número de identificación, en piernas, paletilla y costillar.

La zona delimitada de producción de la IGP Cordero Manchego comprende distintas comarcas en las provincias de Albacete, Cuenca, Toledo y Ciudad Real, en esta última las de Mancha, Campo de Calatrava y Campo de Montiel.

Trabajan con 280.000 ovejas manchegas de pura raza manchega procedentes de las 300 ganaderías de cría adscritas que, posteriormente, llevan los corderos a los cuatro mataderos, uno por provincia, vinculados a la IGT y, por último, a las carnicerías y a la gran distribución.

Distintas preparaciones gastronómicas

Sobre la preparación del cordero manchego en cocina para ser degustado, Alfaro llama la atención sobre recetas novedosas, más allá de las formas habituales de guisado como la caldereta, el asado o la chuleta a la brasa, que forman parte de las costumbres gastronómicas de la región.

“El cordero está riquísimo en sus presentaciones más tradicionales, ha sostenido, pero hay otras variaciones como en hamburguesas, en pinchos morunos, o como rellenos”.

Para ello, desde la industria están modernizado los cortes para que sea una carne “más atractiva” y para que pueda formar parte de recetas.

Para fomentar el consumo del cordero manchego, desde la Fundación, ha indicado su secretario, asesoran a los consumidores para que puedan diferenciar su carne certificado de la de otros corderos.

La certificada “se caracteriza por ser muy tierna, sensorial y tener un sabor muy suave”, ha destacado Alfaro.

De igual modo, desde esta marca de calidad intentan concienciar a los consumidores del importante papel que el negocio de la ganadería ovina tiene a la hora de fijar la población en el medio rural y del destacado papel que cumple en la conservación del medio ambiente y en la prevención de incendios.