El
26 de noviembre de 2007 la Asamblea General de Naciones Unidas aprobaba
celebrar cada 20 de febrero como Día Mundial de la Justicia Social, una
celebración que viene a
recoger una larga trayectoria de organismo internacional a favor de la
promoción del desarrollo social y la igualdad de oportunidades.
La
Justicia Social se plantea como una necesidad para que una sociedad
esté cohesionada, y aparece junto con la paz y la seguridad, pues estos
elementos, son indispensables cuando hablamos
del respeto de los derechos y las libertades fundamentales.
Este
año, la ONU ha elegido como tema central de la celebración el lema
‘Cerrar la brecha de las desigualdades para lograr la justicia social’
poniendo el foco en eliminar las barreras
que generan inequidad, tales como las diferencias de género, edad,
raza, religión, posición social o discapacidad.
Justicia
Social es un término con un gran significado y que entronca con
términos como democracia, ciudadanía, igualdad, bienestar, inclusión,
etc., valores todos ellos que forman parte
esencial de la Constitución de 1978, en la idea de sociedad que dibuja,
y que representa de manera nítida una forma de convivencia y progreso
social para toda la sociedad, para los pueblos y las personas que
formamos parte de ella.
Todas
las personas y todos los colectivos precisan de apoyos, partiendo del
principio de que todas las personas somos diferentes, todas, sin
excepción, merecemos tener igualdad de oportunidades,
en especial aquellas con mayores dificultades sociales o económicas,
por lo que debemos desarrollar sistemas económicos que promuevan el
trabajo decente, el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo
Sostenible y que combatan la pobreza.
Esta
es la labor principal a la que nos enfrentamos como sociedad, generar
esa igualdad de oportunidades con especial atención a los grupos más
vulnerables como son las personas de edad,
las personas con discapacidad o las personas en riesgo de exclusión
social y, hoy, más si cabe, prestando atención a la despoblación de las
zonas rurales, un desafío muy notable que la globalización ha
exacerbado.
Si
bien es cierto que la globalización ofrece oportunidades para muchos, y
que en estos últimos 40 años se han visto un desarrollo sin igual de
los derechos y las libertades, el crecimiento
económico y la riqueza no se ha traducido en prosperidad para todos,
generando importantes cotas de desigualdad que se observan
económicamente, pero también desde el punto de vista de determinados
colectivos y de determinados territorios.
Ese es el
compromiso
del Gobierno de Castilla-La Mancha “cerrar la brecha de las
desigualdades para lograr la justicia social”: promover el empleo, el
diálogo permanente
con la sociedad y los grupos que la representan, como los
profesionales, y las familias, al lado de la ciudadanía para conseguir
una sociedad más justa, igualitaria e inclusiva, en definitiva, una
sociedad con mayor bienestar.
Aurelia Sánchez Navarro
Consejera de Bienestar Social
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Viernes, 26 de Abril del 2024
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