Raquel Alcolea nos señala que están viviendo estos días de forma algo caótica “no estamos solamente centradas en atender al paciente. Trabajamos con precaución, con mascarillas y guantes puestos y con desinfección constante. Estamos muy pendientes de desinfectar y de protegernos a todos, a nosotras y a la población, pero, aun así, intentamos hacer nuestro trabajo igual de bien que siempre”.

Se ha establecido un protocolo muy estricto, siguiendo las indicaciones de las autoridades sanitarias “solo atendemos a tres personas en la farmacia y a una cuarta por el guardiero. Hemos delimitado en el suelo la distancia de un metro entre cada persona. Al pasar a la farmacia, el paciente se encuentra con un mueble y un higienizante de manos para todo el que pase se desinfecte, al igual que al salir”. La farmacéutica nos cuenta que ha encargado unas mamparas de metacrilato “para dividir aun más los pacientes en los mostradores”.

Raquel Alcolea explica que no ha aumentado la venta “la gente viene a por su medicación crónica habitual, los padres de bebes compran popitos y leche. Y todo el mundo demanda alcohol, mascarillas y gel higienizante. Y no podemos vender porque no tenemos ni para nosotras mismas”. No hay desabastecimiento de medicinas, asegura la farmacéutica, ya que “el transporte sigue igual, trabajando con normalidad”.

A pesar de que el público anda un poco nervioso, se cumplen las indicaciones “por lo menos aquí en la farmacia”. Alcolea explica que no hay tanta aglomeración en las farmacias de Tomelloso como hubo la semana pasada “como esta semana está limitado el acceso vienen a lo imprescindible. También atendemos a pacientes que vienen con dolencias menores como un constipado o una gripe “.