Pero realmente, la pandemia se ha cebado como siempre, con los más vulnerables; con los que menos recursos tienen. Variables como el tipo de trabajo, el lugar de residencia o las condiciones de la vivienda, todas ellas en estrecha relación con los ingresos, influyen e incluso determinan las posibilidades de contraer el virus o contagiarse con mayor o menor facilidad.

La institución cristiana ha elaborado un protocolo para garantizar las medidas higiénicas y sanitarias para evitar posibles contagios durante la atención que Cáritas viene prestando a los temporeros. Se han confeccionado lotes de ropa limpia y totalmente higienizada. Se mantiene la distancia de seguridad y se atiende por cita previa para evitar aglomeraciones.

En este escenario tan complicado y que genera tanta controversia, se está trabajando esta campaña, apunta el comunicado.  Un escenario que no difiere mucho al de años anteriores, pues las condiciones en las que residen los temporeros no han cambiado y ya son muchos los años que se viene denunciando esta situación. Asentamientos en lugares insalubres, sin condiciones aptas para el aseo personal, ni habitabilidad, con la imposibilidad de mantener la distancia de seguridad establecida, poder ducharse, lavar la ropa o desplazarse al lugar de trabajo con amplitud en el vehículo.

Pero este año, además se suma la sombra del virus. Un ítem más, que hace que la sociedad ponga el acento en este tipo de trabajos, mal pagados y con pésimas condiciones de seguridad sanitarias, pues este colectivo, temporeros tienen todas las papeletas negativas para los contagios. Desde esta perspectiva, surge entre la sociedad un interés especial, no muy bien definido si por egoísmo o por seguridad ciudadana, pero lo cierto y verdad, es que en esta ocasión está calando de especial sobremanera la situación del temporerismo.

Acciones

Durante la Campaña de Temporeros, las Cáritas de diversas localidades van a organizar distintos dispositivos de atención a personas temporeras, desde los que se escucharán sus necesidades y se valorarán distintas respuestas para cubrir las necesidades básicas que planteen. Para realizar esta atención, ya se están preparando distintos protocolos de actuación, adecuados a la legislación vigente, para que se presten con todas las medidas necesarias de seguridad e higiene.

Además, explica la nota de Cáritas, voluntarios y trabajadores escucharán los problemas que plantean: situaciones de abuso, precariedad de las condiciones de trabajo o falta de alojamiento, informando y asesorarando sobre la situación planteada y los recursos locales y trabajará con la comunidad para que sea acogedora.