Opinión

Las gentes del festero agosto

Carlos Moreno | Sábado, 1 de Agosto del 2020
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En el primer sábado de agosto, desde hace doce años, el guateque de Los Canuthi inundaba de color,  ritmo, humor, solidaridad y una agradable música añeja la ciudad, una maravillosa fiesta intergeneracional en la que se han vivido momentos inolvidables y que este año, por razones obvias, no se podrá celebrar. El guateque marcaba  el inicio del festero mes de  agosto en Tomelloso, rematado con la semana grande de la ciudad, la esperada feria que también fue suspendida meses atrás.

En agosto llegaba el guateque, y poco después el Festival Folklórico Internacional del grupo Manantial del Vino y su colorista parafernalia de la llegada de los grupos y la entrega de ese gañán del año que es uno de los premios que mejor ha sabido hacer justicia en sus reconocimientos. Los otros dos grupos folfklóricos, Virgen de las Viñas y El Bombo también participaban en actos del mes de agosto, sobre todo en la feria, con cantos y bailes ancestrales que han rescatado en un minucioso proceso investigador.  

En las vísperas de la semana grande o dentro de ella disfrutábamos de nuestras dos bandas de música, Santa Cecilia y Unión de Tomelloso.  Ambas con su entrega y buen hacer han ofrecido grandes actuaciones, en algunos casos, junto a artistas de primer nivel. Y calidad ha traído a borbotones,  la Asociación Pro Música Guillermo González, que sigue completando una magnífica trayectoria de actuaciones. 

En el festero agosto hemos tenido DJs, que los hay y buenos en Tomelloso como Quiralte, Moreno y Adrián Lozano, entre otros. También la creatividad y mil recursos de los monologuistas  de la Velada de las Nuevas Generaciones del PP o el Certamen, “En Tomelloso todos contamos” que organiza el área de Cultura del Ayuntamiento; las apariciones estelares de la Coral del Conservatorio, del Coro Juvenil,  las voces prodigiosas, en generos muy diferentes,   de Alicia Hervás o Cristinas Correas o el piano de Marieli Blanco felizmente presente en  tantos actos

Añoraremos en este extraño agosto a The Osuna Brothers, que han protagonizado inolvidables momentos, ya sea con el grupo, o con la puesta en escena individual de Adrián Osuna y su maravilloso collage de registros. El mundo flamenco de la ciudad, amplio y variado, también ha contribuido a endulzar la vida de los tomelloseros en pleno estío con nuestro arte más universal: Los de Montoya y Chacón, Amanecer, los grupos de Jesús Martínez, Pilar Cano y Basilio Villalta, Los Tarantos, Capricho Gitano, la peña Raíces Flamencas, grupos a los que muchas veces acompañaron los cuadros de bailes de Rosa Mercedes, la Academia de Daniel Castellanos o Alma Flamenca con el mérito doble del nivel alcanzado sin ser profesionales, pero con todo el arte en sus venas.  Nos acordaremos también del grupo rociero “Jesús del Perdón”  y su Encuentro Rociero en el que siempre han estado los mejores.

Mezclamos géneros y estilos, pero admiramos a todos los que se suben a un escenario: Tomillar Ensemble, Los Manterolas, la academia de Lydia Gorrachategui, la banda de Cornetas y Tambores “Jesús del Perdón” que tantas procesiones encabeza,  Los Presocráticos, algunas apariciones veraniegas de la peña Harúspices……y ponemos unos largos puntos suspensivos porque serán muchos los que se queden el tintero. Nos hemos basado en los que actuaron en las últimas ferias.

 El inmenso teatro local descansa en agosto, pero el género siempre tiene su protagonismo con la presencia de una compañía de relevancia en el programa de feria. Añadan a este ramillete de artistas locales a las orquestas, grupos y artistas que vienen de fuera.

Sí, echaremos de menos a todo el mundo de la farándula en este mes de agosto tan atípico y extraño en Tomelloso, España y todo el planeta. Como partíamos con los Canutis terminaremos con ellos canturreando el estribillo de uno de los temas que, seguro, hubiera sonado en su multitudinario y bullicioso guateque: Quiero recordar el último guateque , que entre sombras se me pierde y casi deja de sonar. Volveré a cantar las viejas melodías, volverán aquellos días cuando comenzaba a amar.

Los buenos días volverán, estén seguros. Esto es solo un mal paréntesis que nos hace echar mucho de menos a quienes nos han endulzado la vida con su arte y talento. Bravo por ellos.


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