En este sentido, apuntan que no se puede garantizar que los equipos dispongan de unas condiciones sanitarias adecuadas para la práctica del fútbol, así como los problemas familiares, laborales y deportivos que supondría un contagio y aislamiento de la plantilla, técnicos y responsables del club.

Otros puntos en los que inciden en ese comunicado es en los costes que supone poner a un equipo a entrenar y competir (ropa, material deportivo y sanitario), junto con la incertidumbre de la entrada a los campos de los aficionados, algo clave para el mantenimiento y sustento de los clubes amateurs, y la incertidumbre también de colaboradores y patrocinadores, a la vez que el hecho de que algunos equipos no puedan hacer uso de las instalaciones.

También los clubes lamentan el desconocimiento de las consecuencias deportivas en caso de existir un contagio o la puesta en aislamiento de un equipo, a la vez que no exista, según ellos, la garantía de devolución de los costes federativos y de mutualidad en caso de suspensión de la competición.

«Queremos destacar que el fútbol amateur no es una actividad esencial para los clubes, técnicos o jugadores. El desarrollo de la práctica deportiva en citadas competiciones es de carácter pasional, lúdico y social. Es por eso que no consideramos necesario exponer a su cuenta y riesgo y de forma no segura a los equipos, pudiendo ocasionarles graves perjuicios familiares, laborales y sociales», inciden, por lo que piden en ese comunicado el «aplazamiento o suspensión de la competición, hasta tener garantías sanitarias adecuadas para la práctica deportiva, ayudas económicas y personales a los clubes para compensar los gastos ocasionados y garantías de devolución y descuentos en los pagos de licencias, mutualidades y arbitrales».