Nerviosos volvíamos a teatro después de tanto tiempo (parecía que hubiera pasado un siglo) y tantas circunstancias complicadas. En la taquilla colgaba un aviso señalando que no quedaban localidades para la obra. El público hacía cola para entrar al coliseo guardando la distancia marcada en el suelo. Los carteles indican que el aforo máximo es de 350 personas, que es obligatorio el uso de la mascarilla y necesario mantener la distancia social. Nos toman la temperatura; no podemos pararnos en el hall, hay que ir directamente a la localidad, tanto a la entrada como a la salida. Acertadamente se coloca al público por grupos de personas que conviven, el personal de Cultura se afana en que todo salga bien. Una voz en off recuerda por la megafonía las normas.

Y metafóricamente se levantó el telón (con algunos minutos de retraso ya que, lógicamente, había que adaptarnos todos a esta “nueva normalidad teatral”) y el escenario del Teatro Municipal se volvió a llenar de vida. Y qué mejor que una divertida comedia. La risa es una bendición en esta época extraña.

El respetable pudo disfrutar, y a fe que lo hizo, de la divertida comedia de enredo “Se infiel y no mires con quién” en una versión actualizada de Josema Yuste que también dirige y actúa. Un gran montaje en el que el público se lo pasa bien, aplaude y ríe en cada una de las escenas. Yuste ha actualizado el libreto, adaptando los sketchs a la actualidad, las escenas a esta época de pandemia (los actores guardan la distancia interpersonal) y algunos de los chistes a Tomelloso. A diferencia de la obra original, el montaje de Yuste transcurre en tiempo real, durante las casi dos horas que dura la obra.

El montaje narra la historia de Luis, propietario de una editorial de libros para niños en horas bajas. Su socio y amigo Álvaro, con el que comparte oficina, le pide que le preste su apartamento por la noche para entretener a su última conquista.

Pero al mismo tiempo Rocío, la mujer de Álvaro, también ha solicitado el apartamento para esa misma noche a Bea, mujer de Luis. Pero sin que nadie lo sepa Óscar, el diseñador de interiores que ha estado decorando el elegante piso durante los últimos tres meses es amante de la empleada del hogar, quienes también han decidido probar la cama esa noche. Cuando los tres grupos de personas coinciden la misma noche en el apartamento, esperando encontrarlo vacío, se produce el caos. Y en medio de todo ese embrollo, se le presenta a Luis la oportunidad de relanzar su editorial en un escenario nada adecuado.

Acompaña en escena al magnifico Yuste un estupendo elenco, Teté Delgado, Santiago Urrialde, Esther del Prado, Maribel Lara, Vicente Renovell, Celine Tyll, Kiko Ortega y Claudia Azcona. Los actores llevan a cabo con nota su principal misión, entretener y divertir al respetable; lo hacen con facilidad y profesionalidad. La obra no da un respiro, los líos se suceden en escenas cada vez más disparatadas.  El público premio el estupendo trabajo con una gran ovación.