Desde el club se reconoce la decisión es dolorosa, pero al mismo tiempo la correcta, “deseando que la situación cambie en los meses venideros y podamos retomar los entrenamientos, si no con normalidad, si con una cierta seguridad en lo que a salud se refiere. Esperamos que esto sea un paso atrás, para dar dos hacia delante la próxima temporada". 

Un hasta luego del Club Balonmano Tomelloso que no será el único en el ámbito del deporte regional. Muchas federaciones se están viendo obligadas a modificar calendarios y grupos por la retirada de algunos clubes que piden unas mayores garantías de seguridad para poder competir. El argumento principal es la salud, pero  también influye el factor económico, pues en las actuales circunstancias los clubes tienen mucho más complicado la generación de ingresos, ya que los aforos se reducen y también la posibilidad de generar recursos a través de socios, patrocinadores o cualquier otra vía.

El Balonmano en Tomelloso llevaba unos años de mucha estabilidad gracias a una encomiable labor directiva y al apoyo de fieles patrocinadores como Bogas Bus. Su nivel competitivo ha ido aumentando en los últimos años, pese a contar con el hándicap de no contar con una estructura de equipos inferiores que ha hecho que muchos jugadores de la plantilla, en un gesto de gran generosidad y compromiso, alarguen su carrera deportiva mucho más de lo previsto en el club. Un conocido entrenador de la zona, Paco Navas, solía decir que el balonmano era una disciplina que lo tenía siempre complicado a la hora de captar jugadores: “los más coordinados se van al fútbol, los altos al baloncesto y para el balonmano queda el resto”, solía decir con cierta sorna, pero su teoría guardaba algo de verdad y se puede ver en la asimétrica afluencia a las distintas escuelas deportivas.

Aún con sus problemas para hacer cantera, ahí ha estado el Club Balonmano Tomelloso año tras año ofreciendo una opción de hacer deporte a muchos jóvenes de la ciudad y un espectáculo a los aficionados cada quince días, además de promocionar el nombre de la ciudad en algunas ciudades europeas gracias a la feliz iniciativa de la directiva de realizar un viaje al extranjero cada año. Echaremos de menos las paradas de Gerardo, los tiros envenenados de Alex y Juli, el oficio defensivo de Mao y Huertas, las penetraciones del central José Juan, las jugadas por los extremos de Vicente y el pundonor de todos los integrantes de un buen grupo. Lo dicho, un hasta luego del Balonmano Tomelloso. Verles jugar de nuevo será síntoma inequívoco de que la normalidad de siempre, habrá llegado o, al menos, andará mucho más cerca.