Tineo  ha recordado que “las personas que regentamos peluquerías hemos tenido que adaptar nuestros locales para poder cumplir las normativas de seguridad, hemos limitado aforos, atendiendo únicamente a dos personas a la vez y hemos adquirido maquinas de ozono y de otros tipos para desinfectar los locales que, para más agravante, han ido subiendo de precio de una manera abusiva”. 

Además, añade el portavoz que “la pandemia ha provocado un descenso importante de clientela, ya sea por el miedo de muchas personas a salir de casa, o por personas que han fallecido. A pesar del esfuerzo que hemos hecho para garantizar la seguridad y salud de nuestros clientes, el miedo es libre y ha propiciado esa bajada de clientes. Nuestra situación se ha complicado mucho”.

El portavoz pone otro ejemplo de los  crecientes costes  que han tenido que soportar los peluqueros en esta pandemia. “Hemos tenido que adquirir mascarillas parar proporcionárselas a esos clientes que la han olvidado, o que se les ha roto la que llevaban. Para el peluquero, trabajar con una persona que lleva puesta mascarilla, implica hacerlo con mucho cuidado, pero aún así es inevitable que muchas veces se pueda romper. En definitiva, la pandemia nos ha llevado a asumir costes extras y pedir la bajada del iva que pagamos no es un capricho, es simplemente reclamar lo que en justicia nos corresponde”.

Guardando las distancias de seguridad y protegidos con mascarillas, los manifestantes han mostrado panfletos con información sobre lo que piden. “No hemos estado todos, pero sí una buena parte de los peluqueros de Tomelloso que no entiende este trato discriminatorio por parte de la administración”, ha señalado Tineo que no descarta que se constituya una Asociación “para que nos podamos ayudar entre todos y pelear de una manera más organizada para recibir un trato mucho más justo y equitativo”.

Previsiones nada halagüeñas

Chema Tinete y otros compañeros del gremio han explicado que “en la región podrían cerrar sus puestas unos cuatrocientos salones de peluquería lo que podría supone la pérdida de cuatrocientos puestos de trabajo. A nivel nacional lo podría hacer un 42 por ciento, con 3.500 empleos que podrían perderse.  Porque no es solo la peluquería, sino que también se podría ver afectada la actividad de las empresas que nos sirven los productos”.