“Dos caras, miradas hacia dentro y hacia fuera del daño cerebral adquirido” es el título de la exposición de Cuco Cuervo, diseñador de profesión pero fotógrafo de vocación. Como alguien acertadamente ha apuntado en la inauguración la exposición muestra el dolor de quienes padecen el DCA, pero también el amor y la esperanza que siempre desprenden los mismos enfermos y su entorno para seguir adelante.  La muestra se ha inaugurado este lunes, coincidiendo con la celebración del Día del Daño Cerebral Adquirido, en el Hospital General de Tomelloso, donde permanecerá abierta hasta el próximo 8 de noviembre. 

Un acto entrañable y emotivo que ha contado con la presencia del delegado provincial de Sanidad, Francisco José García; la directora del Hospital, Silvia Quemada; el portavoz de la Plataforma Española por el Daño Cerebral Adquirido, Álvaro de los Ríos; los concejales del Ayuntamiento, Raúl Zatón y Nazareth Rodrigo; la presidenta de la Fundación Ceres, Toñi Valverde y un afectado por la enfermedad y al mismo tiempo protagonista en la exposición, Alejandro Fernández.

Toñi Valverde ha recordado los momentos tan delicados que vivimos por el coronavirus, “pero tenemos que seguir trabajando y haciendo cosas, respetando todas las medidas de seguridad que se establezcan. Agradezco el trabajo que ha realizado todo el equipo de CERES  y la buena disposición del Hospital para albergar esta exposición”. Para Valverde, “estas caras reflejan dolor y amor, una dualidad en la enfermedad que el fotógrafo ha captado a la perfección. Lo importante es sensibilizarnos con una patología que nos puede venir a cualquiera”. La presidenta de la Fundación ha agradecido el apoyo prestado por La Caixa para que la muestra sea posible.

“La exposición refleja una realidad que no conocemos o que conocemos poco” ha apuntado Silvia Quemada que también ha incidido en la importancia de la sensibilización y concienciación de toda la sociedad con el DCA. “Es importante saber lo que está pasando porque le afecta a muchas familias y todo lo que sea informar y trabajar por la prevención será muy positivo”.

Álvaro de los Ríos ha puesto el énfasis en la calidad de una exposición que “ya ha pasado por 16 ciudades de nuestro país y en la que Cuco Cuervo, que lamentablemente no ha podido venir, ha realizado un trabajo fantástico, enseñando la dura realidad de la enfermedad en blanco y negro y  mandando un mensaje de esperanza en color”.

Cada panel de fotografías cuenta con un código QR que se puede descargar  para descubrir la historia de todos y cada uno de los rostros que aparecen. Uno de ellos es el de Alejandro Fernández, que ha confesado lo mucho que ha aprendido en el colectivo y ha lanzado un mensaje de optimismo “para caminar siempre hacia delante”.

Por su parte, Nazareth Rodrigo ha destacado la calidad artística de una exposición que “toca el corazón,  un trabajo precioso que, además, contiene una función pedagógica. Detrás del dolor hay tambien amor, esperanza y el apoyo de muchas personas, este es el mensaje que debemos aplicarnos para enfrentar los retos que cada día se nos plantean en nuestras vidas, como el que estamos afrontando ahora”.

Francisco José García ha sido el último en intervenir señalando que “solemos acordando de Santa Bárbara cuando truena, pero el Daño Cerebral Adquirido está ahí, afecta en nuestra región a más de veinte mil personas y cualquiera de nosotros puede sufrirlo”. García considera esencial la labor de sensibilización e información  “y si es a través de herramientas como esta exposición mucho mejor. Un hospital se humaniza con exposiciones y con arte que, casi siempre, es el instrumento ideal para expresar las emociones”.

Emotivas historias

La exposición narra historias como la de Jesús, tomellosero que en el 2017 sufrió un ictus y le causó importantes secuelas en el ámbito del lenguaje. A pesar de ello, es una persona muy activa socialmente. Asiste al Centro de Día del Daño Cerebral Adquirido Ceres, siempre con una sonrisa en la cara y un buen humor que transmite a las personas que le rodean. Trini, su mujer, es la persona que día a día permanece a su lado, su apoyo incondicional.  Y que junto con su hijo, Óscar, que le suele acompañar al campo para disfrutar de una de sus grandes pasiones, la agricultura. Los tres forman un gran equipo.