David Picazo regenta “Lance”, la armería ubicada en pleno corazón de Tomelloso. Un establecimiento elegante que ofrece a sus  clientes un amplio surtido de productos de primera calidad, siempre con el mejor asesoramiento y cercanía y que ha venido a recoger el testigo de otras emblemáticas tiendas de caza que antes hubo en la ciudad como Safarí o Caza y Pesca.  La temporada acaba de empezar y el momento resulta ideal para analizar las perspectivas de la caza en un año especialmente complejo por la pandemia del covid-19.  En la entrevista también habrá hueco para hablar de la tienda.

La mascarilla impide ver la habitual sonrisa abierta de David que lleva ya ocho años al frente del negocio. Pero sí percibimos esa amabilidad innata que siempre acompaña a este entrañable comerciante al que el periodista conoce de muchos años atrás.

-¿Cómo se presenta la temporada de caza en un año tan atípico por la pandemia?

-Es cierto que  es una situación diferente. Pero en Castilla-La Mancha somos unos privilegiados y se puede cazar. El problema es que no pueden venir a cazar gente la Comunidad Valenciana o de Madrid y, evidentemente, la economía lo está notando. Hablamos de bares, hoteles, gente que consume. No podemos olvidar que pueblos como Ruidera, Ossa de Montiel o Infantes viven prácticamente de la caza.

- ¿Qué medidas de seguridad se vienen adoptando en las salidas?

-La caza en sí es un deporte que permite guardar bien  las distancias de seguridad. Yo tengo un coto arrendado y  puedo decir que nuestro grupo de trabajadores hemos tenido que suprimir esos momentos en los que nos juntamos en torno a la lumbre o a desayunar.  De este modo, llegamos al parador de la casa con nuestras mascarillas, nos saludamos, vemos como vamos a hacer la jornada de caza y nos ponemos manos a la obra, cada uno por nuestra cuenta. Pero no tenemos ese acercamiento social que el cazador siempre saborea; ver a los compañeros, conversar o compartir un desayuno o la comida.

- ¿Hay mucha caza este año?

-Sí. El confinamiento ha favorecido la cría de los animales de caza porque no les hemos molestado mucho. La caza además está muy sana, con menos enfermedades que en años anteriores. En Tomelloso hay mucha afición, con cazadores que están apuntados en el coto social y luego muchos cotos privados.

-¿Se acomoda bien la Ley de Caza a la actual situación del sector?

-La Ley de Caza provocó algunas discrepancias.  Creo que siempre se recula ante las presiones de colectivos animalistas, a los que respeto, pero que creo que desconocen el funcionamiento y el espíritu de lo que es la caza. El primer borrador que pudimos conocer no era tan malo. La caza es una actividad muy beneficiosa desde el punto de vista de la economía, también favorece a la agricultura y genera empleo. Es mucho más que salir al campo y pegarle un tiro a un animal. El ser humano ha sido cazador y recolector y se deben poner las cosas en su justo lugar.

-Tomelloso ha sido siempre una ciudad de cazadores, ¿se mantiene esta tradición o a las nuevas generaciones les tira menos este deporte?

-El relevo generacional se va haciendo a cuentagotas y el colectivo de los cazadores va envejeciendo. Las medidas para ser cazador se  han endurecido mucho. Ahora hay que pasar hasta un examen para poder ser cazador y es algo que yo no veo mal, porque estamos hablando de una actividad en las que hay armas por medio y se tienen que adoptar las lógicas precauciones y tener un conocimiento de lo que haces. Pero sí es cierto que con tantas trabas la gente se lo piensa mucho más. Aunque a la gente que le gusta le pone mucha pasión. 

-Practicar un deporte como la caza, ¿resulta caro?

-Como cualquier otra afición, puedes gastarte lo que tú quieras. Puedes empezar a cazar con un equipo más básico y no es caro. Pero lo mismo puede suceder en el padel o en el golf. Hay un mercado muy bueno en el que se pueden encontrar escopetas de segunda mano en buenas condiciones y apuntarte a un coto social que también tiene un precio asequible. Es como cada uno lo quiera enfocar.

-Lleva ya ocho años con la tienda Lance, ¿satisfecho con su andadura?

-El sector de la caza suele ser constante, no suele tener muchos altibajos y lo mismo me ha ocurrido a mí con la tienda. Pero está claro que la profesión de comerciante era antes mucho más sencilla que ahora y todo el mundo encontraba lo que necesitaba. Había menos internet y la gente acudía a las tiendas La caza tiene muchas referencias de productos y en mi caso les añado las de hípica y pesca, todo lo que tenga que ver con la naturaleza. Curiosamente, la moda de ropa de campo está en alza y vienen personas que sin ser cazadores se compran ropa o calzado que lucen perfectamente en la calle.

-David Picazo también es cazador…

-Sí y disfruto mucho, porque hablamos de una actividad que tiene un ambiente bonito en contacto con la naturaleza. Y desde el punto de vista de mi negocio me viene bien saber las necesidades que tiene la gente y establecer contactos con la gente del sector.