La Gineta era el rival ideal para conseguir la primera victoria. Llegaba último, con 0 puntos y sus conocidos apuros del pasado verano donde tuvo que recomponer con urgencia la plantilla tras la marcha en desbandada de casi todos sus jugadores. Pero el Atlético Tomelloso está para muy poco y no ha podido con un rival que marcó el gol de la victoria en los últimos compases del primer tiempo tras un error clamoroso en la salida de la pelota desde la defensa . Rodríguez alineó de salida a Buyo, Soria, Ismael, Javi Vela y Collado en defensa; Agustín y Romera de volantes; Morales en la derecha, Loren en el medio, Dueñas en la izquierda y Carlos Arroyo como delantero. 

El Atlético generó su mejor juego en la primera media hora y generó tres ocasiones muy claras. En la primera, Álvaro Dueñas se presento solo ante el portero y su disparo, en posición algo forzada, salió rozando el palo. Después la ocasión sería para Carlos Arroyo en un buen remate de cabeza a centro de Álvaro Dueñas desde la izquierda tras ganar el extreemo un uno contra uno. Y los mismos protagonistas, pero con papeles cambiados, tendría la tercera ocasión. Vio bien Arroyo el movimiento de Dueñas que se quedó solo ante el meta Rubén. Lo intentó regatear, pero el portero aguantó bien y acabó sacando el disparo del tomellosero que se había escorado demasiado.

Cuando el Atlético bajó la pelota al suelo y se asoció con cuatro o cinco pases con sentido,  creó problemas a la defensa albaceteña, con los envíos de Loren y Agustín a las rupturas de Dani Soria o Morales por la derecha o las apariciones de Dueñas por la izquierda. Pero los auriverdes  eligieron mucho más la vía del pase largo, buscando casi siempre la referencia de Carlos Arroyo que apenas tuvo opciones, jugando de espaldas ante centrales que se le pegaron como una lapa.  

Los locales  agotaron los cartuchos de sus ocasiones y La Gineta empezó a salir de su trinchera creando problemas a la defensa que buenamente pudo recomponer hoy Juanjo Rodríguez. A las ausencias de Antonio León y Borja por sanción, se sumó la de Javi Vela que se retiró lesionado. Su sustituto, Hilario, solo llevaba tres minutos en el campo cuando recibió de Buyo en el borde del área, pero José Luis le robó la cartera y acabó marcando. El partido se ponía cuesta arriba con el 0-1 al descanso.

No hubo mejoría, más bien todo lo contrario, en un segundo tiempo para olvidar. Quedó Loren Zaragoza sacrificado como lateral zurdo y tuvieron muchas dificultades en la creación los centrocampistas; Agustín, generoso en el esfuerzo, pero menos acercado que otros días, y Romera que aportó  poco, aunque tuvo su oportunidad en un tiro desde la frontal que blocó el portero sin problemas. Tampoco aportó en exceso Morales, todavía lejos de lo que se puede esperar de un jugador de mucha calidad.

El juego del equipo pareció avivarse con la entrada de Biendi, que apareció bien entre líneas para filtrar últimos pases de calidad, y también de Alberto Leo que pudo empatar en un buen lanzamiento de falta que pegó en el larguero. Lo siguió intentado Álvaro Dueñas con algunas incursiones por la izquierda que no culminó. En una de ellas fue objeto de una carga dentro del área que el colegiado no interpretó como penalti y dio la impresión de que acertó en su decisión.  

A medida que avanzaba el partido, los locales confundieron velocidad con precipitación y el corazón que pusieron no les valió para empatar. Metió Rodríguez a Joaquín que apenas tuvo opciones de explotar su buen disparo. En el último instante un remate de cabeza de Carlos Arroyo también se topó con la madera y La Gineta se acabó llevando los tres puntos, botín excesivo para sus méritos, pero el juego entiende solo de goles y no de otras razones.

Un solo puntos de nueve posibles es un comienzo poco esperanzador, pero esto no ha hecho sino empezar. La visita a Quintanar de la Orden, plagado de jugadores criados en el club, debería marcar el inicio de la reacción auriverde. Si no es así, los de arriba empezarán a meter una distancia preocupante.