A las personas con las que ha hablado este medio de comunicación les hemos pedido que nos digan la superficie que prefieren y la razón o razones en las que apoyan su elección. El director de la Escuela de Fútbol Base, Luis Sánchez, parece tenerlo muy claro. “La mejor opción es la de césped artificial, porque de esta manera se aprovecha mucho más una instalación que ahora se abre una vez  cada quince días. Ahora bien, si el Ayuntamiento se decanta por el césped artificial debe respetar las dimensiones que ahora tiene el campo y preparar dos vestuarios más en el Estadio. La guinda al proyecto sería que en el espacio muerto que hay detrás de la tribuna se pudiese hacer un campo más de fútbol-7”.

No comparte esta opinión el que fuera gran futbolista de la cantera del Real Madrid, Villarrobledo y Tomelloso, José Antonio Losa, que ahora ejerce de monitor en la Escuela de Fútbol. “El fútbol se practica mucho mejor en césped natural; los pases se dan mucho mejor, el bote del balón no es tan pronunciado y hay menos riesgo de lesiones”. Otro futbolista, aunque éste en activo, David del Barco también se inclina por el césped natural. “El fútbol auténtico huele siempre a hierba. Estamos  de acuerdo que un césped natural exige más cuidados, pero un césped artificial también requiere un mantenimiento importante si queremos tenerlo bien; hay que peinarlo y regarlo”.

El entrenador del juvenil A del Atlético Tomelloso y al mismo tiempo coordinador de la Escuela de Fútbol se inclina por el artificial. “Un campo municipal, que es de todos, debe tener el máximo aprovechamiento posible. Ahora mismo necesitamos descongestionar los campos de la Ciudad Deportiva donde todas las categorías, a excepción de los cadetes, tienen que compartir campo”. Espinosa defiende su opinión de césped artificial pero matiza que “hay que mantenerlo muy bien y con las dimensiones que actualmente tiene el terreno del Paco Gálvez. Esos campos tan estrechos y cortos que se están haciendo últimamente no benefician a nadie”.

Otro monitor, David Rodrigo, se inclina por césped natural, mientras que su compañero, David Madrigal es partidario de artificial, “por su mayor aprovechamiento y utilidad”. Sobre esta cuestión hemos preguntado al ex presidente del Atlético Tomelloso, Cristóbal Moraga, que antes ha sido jugador y también entrenador. Moraga defiende la opción de césped artificial y da muchas razones. “Es una inversión financieramente sostenible, se reducen los costes de mantenimiento y agua, y lo más importante, aumenta las horas de uso tanto de entrenamientos como de partidos, se reduce el riesgo de lesiones provocadas por la irregularidad del campo y te desentiendes de los fenómenos meteorológicos”.

Moraga también pone como argumento, “la revitalización de una instalación municipal” y a la vez recuerda que “los campos de césped artificial de última generación se están imponiendo en todos sitios. Incluso, en la primera división de algunos países, como Holanda, ya está permitido jugar con este tipo de césped”. Finalmente, Moraga pregunta, “¿preferimos seguir viendo el fútbol en patatales? Tomelloso merece una inversión en un campo con césped de última generación que respete las dimensiones actuales”.

Mientras tanto el actual entrenador del Atlético Tomelloso femenino y actual presidente de la Junta Gestora del club, Jesús Carrascosa, ofrece una respuesta salomónica. “Como futbolista que he sido prefiero el césped natural, se juega mejor, pero como directivo o responsable de una institución deportiva me inclino por la solución de césped artificial, porque se aprovecha mejor y se le saca una mayor rentabilidad social”.